Joonkill;; Psicópata enamorado. Kim Namjoon

Cap.2

Estaba lista, ansiosa y tal vez un poco nerviosa por mi nuevo empleo, tomé mi mochila con algunas cosas ya sean libros, lápices, tenía un abrigo allí, y por seguridad un cuchillo que me había regalado mi mejor amigo antes de venirme a estudiar.
Salí con una sonrisa de mi apartamento, pensando en como sería allí. La cafetería estaba en el centro comercial, bueno es un local de los muchos que hay, hacen traslado cada dos meses según vaya el contratado. Para distraerme de los sentimientos, saqué mis audiculares y comencé a escuchar música.

Caminaba, tranquila, pero no debería estarlo demasiado, las calles de Corea dicen ser peligrosas por la noche, a está hora hay personas, pero mientras más tarde se haga, más solo estará. Aún no sé mi horario, pero espero no pasarme de las 12:00 Pm.

Llegué al centro comercial, a la vista estaba aquel local, así que me acerqué.

––Max: Buenas noches, señorita. ¿Desea algo?.

Escuché un chico atenderme. Volteé mi vista hacía la voz escuchada y era un... Wow. Era un chico demasiado, atractivo (?.
Era alto, altísimo, el uniforme de trabajo hacía resaltar su marcados músculos en los brazos, sin mencionar su hermoso rostro.
Okey me calmó.

––Crystal: Ah, no deseado nada, por el momento encontrar mi uniforme. - me acerqué al mostrador, haciendo un guiñe con mi ojo -.

––Max: Oh. - sus mejillas tonaron un rojo suave, e hizo una leve reverencia -. Lo siento, soy Max, tú compañero de trabajo. - estira su mano -

Quién iba a pensar que tendría un ángel de compañero. ¿Tú carita no dolió al caer?. Jskasahsh okey ya.

––Crystal: ¿Por qué te disculpas?. - sonreí de lado, y respondí a su saludo -. Soy Crystal, mucho gustó.

Al instante señaló mi uniforme doblado en una bolsa, así que me fui a cambiar.
Y lista salí de aquel recuarto para poder ayudar o empezar mi trabajo.

Como es una de las más costosas y finas cafeterías, llegaban clientes de alta, vestidos elegantemente. Creó que sus atuendos costaban más de lo que pago en mi apartamento.

––Crystal: ¿De casualidad no hay descanso?. - dije con sarcásmo, para sacarle conversación, apoyando mi rostro en mis dos manos, con mis codos sobre el mostrador, viendo fijamente al chico-.

––Max: Uh, ya que lo mencionas, ¿no te cansas de no hacer nada?. Quieres más descanso del que te das, maravilloso jaja. - Vi como soltó una pequeña pero encantadora risa, mientras ordenaba aquel mostrador -.

––Crystal: Oye, oye. Trabajo duro, y me canso muy, pero MUY rápido cariño, así que no me digas que no hago nada, seré y soy la mejor empleada. Saldré en anuncios que digan: Crystal la mejor empleada de M&J. Trabajo duro, y ciertas personas no valoraron lo que hizo, por eso un reconocimien... - no terminé lo que estaba diciendo ya que habían llegado uno clientes...(?. Demonios, los BTS eso!...-.

––Crystal: Ven te ayudo a ordenar por aquí y tú vas y atiendes. - dije tratando de quitarle lo que estaba ordenando -.

––Max: No, no. No has atendido tan solo a dos clientes y no hacer nada, quejándote por tus lindos pies. Ve y atiendelos tú. - me pasa el pequeño menú, el cuaderno para anotar las órdenes, y me empujó -.

No le diré nunca más lindo. Me dirigí a la mesa con un mini puchero en mi rostro.

––Crystal: ¿Qué van a ordenar?. - pregunté con mi cabeza hacia abajo, tratando no dejarme ver -

Sentí que alguien tomó mi mano haciendo que me sorprendiera, y alcé mi mirada.

––Namjoon: ¡Miren es la chica que humilló a mí hermana!. Crystal, ¿No?. - me señalaba con una mano mientras con la otra me sostenía -.

Escuché burlas y murmuros, pero, ¿Hyuna es su hermana?. Okey, sabía de todo, menos que fuera su hermana, hermana de uno de los chicos más populares y adinerados de Corea...

Si sabía que su dinero era por ellos, vieron su familia tan mal que quisieron ayudarle, pero nunca me imaginé algo así.

––Crystal: Oh, si soy ella, la mismísima Crystal. -me suelto y me enderezó, y así volver a preguntar -. ¿Qué irán a ordenar?. - Me sorprendí por la respuesta que comenté, ¿debo tenerles miedo?. -

Todos dieron sus órdenes, menos aquel chico que me jalo. Chico raro.
M retiré de allí para traer lo que pidieron.

Aquellos chicos se fueron, y fuí a ordenar la mesa en la que estaban.
Allí, debajo de un plato, había una rosa de papel, la tomé. Al respaldo tenía un escrito. Al leerlo, mi sangre se congeló por completo.

[Escrito]

Pequeña Crystal, cuídate, voy por ti.

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