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Ya había pasado un año desde que resolvimos nuestro conflicto, ahora Felix y yo nos llevamos muy bien, somos buenos amigos y ya no discutimos por las revistas, en cambio vamos a comprarlas los dos juntos y de paso a comer helado.
Creo que Felix y yo podríamos tener una muy buena amistad.
Narra Felix
Iba camino a la heladería a donde siempre voy con Jia, hoy nos encontraríamos ahí para luego ir a comprar el nuevo álbum de SechsKies.
Cuando llegué no vi a Jia lo cual es bastante raro ya que ella siempre llega primero que yo lo que terminaba en un sermón sobre la puntualidad.
Espere un buen rato en la heladería y como no llegaba compre dos helados en vaso para llevar y me fui a la casa de ella.
Cuando ya estaba cerca la vi en la acera de enfrente de su casa con su rostro entre sus piernas. Pensé que estaba tomando aire cuando la escuche sollozar, entonces me acerque preocupado a ella.
—Jia. —Al escucharme alzó su rostro el cual se encontraba lleno de lágrimas —¿Qué tienes? —Me acerque rápidamente a ella.
—No es nada. —Trató de sonreír.
—Claro que es algo Jia, uno no llora porque sí, siempre hay una razón por la que uno llora. Así que dime ¿Qué pasó? —Limpié sus lágrimas.
—Son problemas en mi familia. Solo eso.
—¿Puedo saber qué problemas? —Pregunté tratando de no sonar entrometido.
—No sé si es buena idea contártelo.
—Confía en mí, juro no decirle a nadie nada de lo que me cuentes, todo quedará entre los dos.
—¿Entonces serias como mi mejor amigo?
—¿Mejor amigo? —Ladee un poco mi cabeza — ¿Qué es eso?
—Mejor amigo es la persona en la que uno puede confiar incondicionalmente y que no es necesariamente de tu familia, mejor amigo es la persona que siempre te apoyará y tú esa persona, que se dirán la verdad siempre y que no se ocultan nada, son los que te prometen que jamás te juzgarán y jamás te criticaran, son los que te juran que te apoyaran en la buenas y en las peores.
—Entonces sí. —Volví a sonreír —Seré tu mejor amigo si tú accedes ser mi mejor amiga.
—Claro que sí, desde hoy seremos mejores amigos. —Imitó mi acción.
—Por cierto, te traje helado. —Le pasé uno de los vasos de helado y una cuchara de plástico —Ahora sí cuéntame que sucede.
Estuvimos todo lo que restaba del día sentados en aquella acera hablando de cualquier tipo de cosas sin pena alguna, como si fuéramos conocidos de toda la vida.
Sin duda alguna este era el comienzo de la mejor y única amistad completamente honesta que tendría para toda la vida.
Ahora somos mejores amigos.
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