Can't Help Falling In Love (One Shots)

Naruto: el lugar más feliz del mundo

Somewhere over the rainbow
Way up high
And the dreams that you dream of
Once in a lullaby

🌸🌈🌸

Se sentía bien, su calor siempre se sentía bien.

Naruto estaba enamorado de mi desde que éramos niños , era un amor puro e inocente como el que alguna vez sentí por Sasuke. Casi me sentía miserable por no haberlo notado antes.

Durante los meses siguientes a la partida de Sasuke, mi lazo con Kakashi y Naruto se fortaleció. En especial con este último.
Seguramente muy en el fondo él temía encontrarme literalmente muerta por la nostalgia, no creyó cuando le dije que el dolor me abandonó para convertirse en un hermoso recuerdo.

Naruto siempre fue distraído por naturaleza. Pero durante ese tiempo fue muy atento. Cenabamos juntos  después de los entrenamientos y me hacía reír con sus historias mientras Kakashi sensei leía su tan amado libro, incluso mis primeras borracheras las tuve en su compañía.
Más que mi amigo, se convirtió en mi confidente.

Pasamos muchas noches en vela recordando los tiempos en que teníamos paz, las historias del pasado no dolían cuando las narraba su voz. Muchas veces me sorprendí indagando su rostro y preguntandome en que momento dejo de ser un niño. También me percate de su aroma, el olía a naranjas frescas. ¿Sasuke tenía aroma? por supuesto, pero ya no podía recordarlo, me gustaba pensar que era fresco como a menta y hierbas. 

Celebración de año nuevo 

Todos estábamos festejando en el bar, no importaban los rangos, solo había risas y alcohol de por medio. Al dar las 00:00 los más jóvenes decidimos besarnos para celebrar, es así que conozco los labios de casi todos mis compañeros, incluso los de Ino. Hinata casi se desmayó cuando Naruto la besó y me pareció de lo más adorable ver el carmesí de su rostro. Entonces Sai me tomó por la cintura para levantarme un poco y luego darme un casto beso en los labios  -Feliz año nuevo, fea- y me bajó mientras reíamos. Estaba tan ebria que no sentí pena de que nuestro sensei estuviera viendo el espectaculo que estabamos regalando.  Naruto se acercó a mí con el paso errático producto de tanto alcohol en su sistema, sin embargo su voz se escuchaba tranquila y sin titubeos cuando dijo: -Feliz año nuevo Sakura- , tomó mi rostro con una mano y con la otra sostuvo mi cintura, se acercó lentamente y yo cerré la distancia con un cálido beso, a pesar de todo lo que había bebido, podía saborear en él tintes críticos  que inmediatamente saciaron mi sed, no sabía que lo necesitaba tanto hasta ese instante. -Feliz año nuevo Naruto-.

Esa misma noche compartimos la cama por primera vez.

Ninguno quería pasar el año nuevo en soledad, pero eso no fue lo que nos unió, en verdad deseabamos ese contacto, necesitabamos fundirnos mas allá de aquel beso y fue así que me dejé llevar por él o él se dejo llevar por mi, no lo sé todavía. Sus brazos me parecieron un segundo hogar, yo deseaba quedarme ahí o morir en ellos. Nos besamos con desesperación, como si temieramos el fin de ese momento.

Naruto se detuvo un momento para preguntar si estaba segura y deseaba continuar, resolví su duda con un beso mientras me deshice de su ropa y de la mía.  Suavemente deslizó sus dedos en mi interior y noté su mirada fija en mi rostro, lo deseabamos tanto y sabía que el había esperado mucho por mí. Me coloqué sobre él y oculte mi timidez al captar que esa era la primera vez que estuve en esa posición durante el sexo, fije el ritmo de sus embestidas y robé todo de él, lo quería todo para mí. 

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Nunca fuimos novios, pero nos amamos, lo seguimos haciendo de una manera distinta.

En aquellos días nos consumió una lujuria inmensa. Generamos una intimidad que traspaso la habitación. 

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Sabía que algún día el continuaría su camino para entrenar y poder recuperar a su amigo, pero durante mucho tiempo el tema se mantuvo fuera de nuestra rutina. 

Me envolvio en sus brazos y me prometió volver, sus promesas no dolian, el no era mi amante, era mi amigo y jamas me dañaría.

-Vuelve en una sola pieza por favor, te quiero Naruto- dije colocando mi frente contra la suya

-Nos veremos pronto, te quiero Saku- 

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Por supuesto cumplió su promesa y aunque no volvimos a besarnos, ni a tocarnos, ni a desearnos, aun nos amábamos profundamente, como los amigos se aman. Ser amiga de Naruto es lo mejor que me ha pasado, sus brazos fueron por mucho tiempo el lugar más feliz del mundo.