Acostado abierta y libremente en su sillón, con una botellita de birra en su mano derecha, cierra los ojos y pretende entender las nuevas emociones que está experimentando en estos momentos.
─¿Me gustan las mujeres? ─Abrió los ojos y miró al techo─¡Claro que me gustan las mujeres...! ¿Me gustan los hombres?
Hizo una mueca al pensarlo. Siguió con la mirada en la grieta que se asomaba entre todo el techo, siguiéndola hasta que se perdió en la pared.
─¿Soy un pelotudo? ─Tomó un sorvo de la bebida, asintiendo con la cabeza─Probablemente.
Se rascó la frente y miró la botella en su mano. ¿Por qué está tan perdido?
Cinco golpes en su puerta se oyeron y el; "¿Y si hacemos un muñeco?" de su mejor amigo le hicieron fruncir el ceño.
─¿No tenés casa, vo'? ─Dejó la botella en la mesita central y se paró, prendiendo la luz.
─¡No sigue así, pelotudo! ─Gritó detrás de la puerta─Tenias que seguir el diálogo, bobo.
NamJoon no dijo nada y se fué a la cocina, mojandose las manos y pasarlas en su cara.
─¡NamJoon! ¡Abrime, forro! ─Golpeó otras diéz veces más la puerta, desesperandose cuando este no abría. Riendose cuando pensó que Anna cantaría lo que dijo en la película.
─¡Cerrá el orto! ─Salió de la cocina y volvió a buscar su cerveza─¿Todavía querés que sea tu Daddy?
─Iu, no ─Se escuchó claramente el "que asco" después, pero NamJoon no dijo nada─¿Estas enojado por eso, no? ¡Perdón, bolita! Te juro que estaba re escabio y necesitaba a alguien para hablar.
─¿Nada más eso querés decir? ─Se encaminó hacia la puerta, mirando através de la mirilla.
─Te perdono aunque no sigas el diálogo ─Dijo tierno y tímido, sabiendo que NamJoon lo estaba mirando─¿Dejás pasar a tu hermoso mejor amigo?
Abrió la puerta bufando, tratando de camuflar la sonrisa en sus labios.
─¿Querés escabiar?
─Altoque ─Ni siquiera sacó su abrigo que ya se tiró al sillón, escuchando la música que se escuchaba despacio, sentándose rápido al saberse la parte que venía─¡Atr perro cumbia cajeteala piola wacho!
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─¿No tenés frío?
─No, mi corazón es tan roto que ya no siento nada en todo mi cuerpo ─Si, el menor estaba fatal después de separarse. Y eso era lo que detestaba NamJoon, no ver la sonrisa que tanto ama en el rostro de su mejor amigo.
─J-...
─Shh... no digas mi nombre. Eso me hace odiarme más.
Y eso era lo que le colmó. ¿No decir su nombre por que le recordaba al otro infelíz? ¡Ja!
