Las mil y una noches - Larry Stylinson (One Shot)

Parte Uno: "Diferente"

Bueno, primero que nada quiero aclarar que la historia no es una copia del libro original, le puse ese nombre, porque me inspiré en la historia original del siglo IX, es como una historia parecida, sin cuentos, y amor, espero que les guste. No es una novela, es como un one shot más largo que hice. Espero que lo lean y le guste. No tiene prólogo porque esta en la descripción.

Disfruten de la lectura y espero la estrellita y el comentario. No lo subo completo porque esta compuesto por tres partes, faltan dos, las subiré estos tres dias de seguido. Disfruten y cualquier pregunta, en los comentarios, respondo a todos.

Besos, #Darklines.

1940.

La Alemania Nazi, los judíos y los diferentes, corrían y se escondían para salvar su integridad humana. Ana Frank, se escondía en una casa, tras un armario para sobrevivir a los ataques e intentaba aprender a amar. Los de religiones diferentes, los lectores, los pobres, los incultos, los que tenían tez de color oscuro, los que pensaban distinto, los que querían libertad de expresión, y los homosexuales, eran secuestrados, torturados, golpeados, encerrados en condiciones pésimas en uno que otro centro de detención, luego eran asesinados quién sabe como solo por defender sus derechos, su integridad, su forma de amar, su manera de pensar, su forma de opinar. Solamente eran dañados por amar, por hablar, por pensar, por creer. Eran retenidos por gritar sus verdades, por no dejarse callar. Muchas personas murieron ante esta forma de gobierno, y no solamente Alemania era víctima de esto.

Harry, era un chico de una familia de esa época. Lo que en ese momento, podría llegar a denominarse "Normal", era una familia que entraba en ese concepto por ser católica, de una buena posición económica, de integrantes familiares con tez clara. Harry tenía unos ojos muy bonitos y llamativos, y no solamente porque eran de un color verde esmeralda, sino por la profundidad y la bondad que transmitían éstos. Él era muy apuesto: rizos castaños cayendo sobre su frente, sonrisa amplia con labios rosados y dientes blancos y lindos, sonrisa que, al igual que los ojos, transmitían esa sensación de confianza, bondad, amor. Harry en fin, era un niño adorable, delgado, y medio alto. Siempre iba por las calles sonriendo, a pesar de todas las guerras, problemas que, al parecer, no lo afectaban a él. Harry fue diagnosticado de chico, una especie de estado mental en que las personas, no pueden fijarse en la situación en la que están, siempre estarán viviendo todo de color rosa, bonito.

Por ese motivo, no podía ver la gravedad del asunto que lo rodeaba. No estaba enterado de las muertes, guerras, peleas, asesinatos, torturas. Él, vivía en su mundo. Anne, su madre, así lo dejaba, porque creía que su estado mental era lo mejor que le podía haber pasado en este tipo de vida, en ésta época de la historia, donde cada noche desaparecía un niño judío que luego al otro día, aparecía en las calles, muerto. Puede que eso, tal vez también complicara la vida de Harry y de Anne, ya que este problema hacía que Harry no se diera cuenta, a sus dieciséis años, el peligro que corría andando solo por las calles.

Pero Harry, a pesar de ese estado mental en el que vivía, nunca tuvo un retraso, siempre se comportó conforme a un chico de su edad, con sus arranques de ira y de rebeldía. A veces, hacía lo que quería, gritaba, golpeaba. Pero a veces, él solamente se quería recostar en el pecho de mamá y dormir, porque eso también, era parte de su estado mental.

Harry siempre tuvo un diario, el diario que le dio su psicóloga para que escriba y se exprese en él. Pero Harry no escribía, primero, cuando tenía diez, porque no aceptaba que tuviera que recibir ayuda de un psicólogo, cuando cumplió los 14 no escribía, porque no aceptaba estar en ningún estado mental y cuando cumplió 15 se dio cuenta de que, no escribía porque había algo mal en él. Y ese algo, no se podía modificar, aunque él quisiera.