CAPÍTULO 8

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Donghae se levanto muy temprano, tenia varias cosas que hacer. Entre ellas, reclamar su empresa. No iría temprano, pero desde luego ira a reclamar todo lo que le pertenece por ley. Luego de regresar a la casa, fue inevitable no abrir la carta y ver que su demanda había sido positivo. Le habían concedido la empresa. Luego de bañarse y alistarse, bajo a desayunar como todas las mañanas. Al entrar a la sala de comedor, le estuvo raro, de hecho, demasiado raro que su hermano estuviera despierto y ya desayunado. Se preguntaba qué DongYeol estaba tramando a esas horas de la mañana.

—Tu... ¿Despierto?— lo miro levantando una de sus cejas, señal de rareza—. Y ¿temprano?— le hablo Donghae tomando asiento para tomar el desayuno.

—¿Que tiene de malo levantarse temprano?— le pregunto DongYeol poniéndose de pie, luego de darle un ultimo sorbo a su jugo de naranja.

—No tiene nada de malo, pero...— lo miro nuevamente, pero sorprendido por su respuesta—. Es extraño. Nunca madrugas. No eres un tipo de levantarte temprano para hacer deberes, deberes a los cuales nunca te haces cargo, por que siempre lo hago yo. Y no me quejo, por que me gusta lo que hago, pero espero que algún día entres en razón y te hagas cargo de las cosas que el abuelo te ah delegado.

—Pues que no se te haga raro— le guiño el ojo y mas extraño le estuvo su comportamiento—. En cuanto a lo otro... Solo relájate, yo tengo un buen asesor en los negocios. No tengo que estar de lleno allí.

—Deberías, uno nunca sabe lo que pueda hacer esa persona. Caras vemos, corazones no sabemos.

—No te preocupes, yo estoy consiente de eso. Bueno, ya me voy. Tengo algo muy importante que hacer— le sonrió.

—Cuidado con lo que estas tramando. Te conozco muy bien pajarito— le indico Donghae haciendo un voy ven on su dedo, para adelante y para atrás.

—No te preocupes, hermano— trato de tranquilizar—. Dile a mamá, que vendré para la cena, y puede que acompañado.

—¿Acompañado?— cuestiono Donghae confundido—. Ay, hermanito. Tú y tus sorpresas— negaba con su cabeza, dandole a entender que no podía creerlo—. Ya mejor vete.

DongYeol se marcho y Donghae tomo el desayuno solo. Ninguno de sus padres estaba en al casa. Al parecer habían salido muy temprano hacer diligencias o en el mejor de los casos, a la empresa. Luego de terminar de desayunar, Donghae recibió una llamada de su madre. Lo que menos quería, su madre se había tomado el atrevimiento de hace runa cita con la señorita Min Ha Ri. Donghae no tiene ningún interés por ella, le parece muy hermosa y sofisticada, pero eso no es todo lo que él necesita de una compañera de vida. Con tanta insistencia de parte de su madre, tuvo que ceder a su pedido, aunque no quería hacerlo, no podía decir esta ves bueno, ya que había reservado el lugar. Subió a su habitación y se cambio de ropa, con algo ms de su altura. Tomo su teléfono, su billetera y las llaves del auto y salió de su casa, manejando hacia su encuentro programado por su queridísima madre. Estaciono el auto en el café lujoso muy reconocido, bajo del auto y entro al establecimiento. Se acerco a una de las empleadas detrás del mostrador para preguntar por la reservación que su madre le había hecho.

—Buen día caballero, ¿como le puedo ayudar?—. le pregunto la señorita detrás del mostrador con una gran sonrisa.

—Buenas, vengo por la reservación de la señorita Min— le indica él parado sumamente recto. Ese porte de macho que derrite a cualquiera.

—Claro, es la...— la chica miraba la pantalla que tenia frente a ella, buscando la información de la reservación—. Es la sala privada numero 10, al final del pasillo a mano izquierda.

—Muy amable— le sonrió—. Que tenga buen día— le volvió a sonreír amable y camino en la dirección que le había notificado.

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Guerra De Herederos (Lee DongHae & Kim ChungHa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora