Policías entraban y salían del hotel. ¿Que estaba pasando allí? Nadie sabía, pero el flujo de personas de unidad de emergencias y oficiales era sorprendente.
Donghae en medio de la noche mientras dormía, recibió una llamada del señor McWilliams desde los Estados Unidos, no contestó el teléfono, ya no tenían negocios de por medio, lo que hiciera HaRi por aya no era de su incumbencia.
—¿Quien es?— preguntó Chungha abrazándolo adormilada, recostando su rostro sobre su pecho desnudó.
—No es nadie importante. Puedes estar tranquila.
—Esta bien...— volvió a cerrar sus ojos y continuó durmiendo.
Al despertar en la mañana, Donghae se duchó primero y bajo a la cocina. Ya la empleada tenía el desayuno listo, así que decidió llevarle el desayuno a la habitación. Tomó la bandeja y subió a la habitación, Chungha aún seguía dormida, así que con una de esas plumas que Chungha tenía de decoración en una de sus vasijas, lo tomó y le comenzó hace cosquillas por todo el rostro, hasta lograr que poco a poco abriera lo ojos.
—Buenos dias, hermosa dama.
—Buenos días— respondió ella adormilada.
—¿Dormiste bien?— asintió y le sonrió.
—Si, contigo siempre duermo bien.
Donghae le sonrió.
—Ven, siéntate— le ayudo a sentarse, estaba algo vaga—. Vamos a desayunar.
—Se ve rico— le dijo ella sonriendo.
Una ves desayunados y Chungha lista, Donghae decidió que sería bonito dar un paseo por el parque para sacar a pelusa un rato.
—Ire por su correa— le dijo Chungha a Donghae—. Si quieres, puedes buscar su bulto para poner su comida y agua, solo por si nos tardamos más, pues tenemos para darle de comer.
—Bien, voy por eso y nos vamos.
—¿Iremos a la empresa?— le preguntó ella.
—Puedo faltar hoy si quieres, no hay cosas importantes que hacer por ahora. Le dije a la secretaria sustituta de Choi, que si eran documentos o citas sumamente importantes, que me llamara de inmediato.
—Bueno, está bien.
Donghae buscó todo lo necesario para pelusa y luego se pusieron en marcha. Chungha sonreía de solo ver a pelusa Yam entusiasmada, miraba por el cristal hacia fuera todo lo que se movía y su colita la movía con desesperación, sin duda estaba contenta. Antes de bajar del auto, Chungha le colocó el abrigo a pelusa, ella siempre tenía su ropa de invierno. Donghae se reía de pelusa por que parecía que no tenía patas, apenas se alcanzaban a ver con aquel atuendo, eran poca visibilidad de sus patas y su hocico. Por último le colocó su correa y salieron del auto. Donghae caminaba sosteniendo la correa de pelusa y con su manso libre tomaba la mano de Chungha. Parecían una pareja de recién casados.
—¿Sabes? Es la segunda ves que sacó a pelusa.
—Y eso ¿por qué?— le preguntó.
—Mamá siempre me decía que pelusa era para cuidar de mi y estar siempre conmigo en la casa. Y tenía razón. Cuando mamá cayó en el hospital, pelusa era mi única compañia. Siempre me he sentido sola, amo a pelusa, es mi compañera fiel y nunca me ha abandonado, aunque yo si la abandoné por tres largos meses.
— No la abandonaste, por que regresaste. Yo la cuidé muy bien. Mira lo hermosa que está, peluda y bien tratada— ambos rieron.
—Así es. Aveces pienso que debo emparejarla con otro cachorrro de su raza, pero luego me acuerdo que los partos son dolorosos y no quiero verla sufrir.
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Guerra De Herederos (Lee DongHae & Kim ChungHa)
FanfictionKim Chungha, una mujer de familia adinerada y de un mal carácter. No se deja fastidiar por nadie y mucho menos de hombres. Para ella los hombres son como su padre, interesados. Maneja la empresa de su madre, Kim Cha Soo de 60 años, quien sufre una c...