Dodge: amor en el viejo oeste

Capítulo 1

Kara

Aquella situación me atormentaba bastante, tenía cierta reputación que mantener en mi pueblo y odiaba cuando algo no salía a mi favor o simplemente me afectaba. Mi nombre es Kara Danvers sheriff del pueblo Dodge ubicado al sur del viejo oeste; actualmente se estaba construyendo una sede del ferrocarril a cargo de un tal James Olsen, aquel que dice la gente va a traer el futuro a este pueblo. No obstante, yo pienso que va a traer desgracia y desolación, con la construcción de la vía férrea atrajo a muchos hombres de mala muerte sin origen que creaban caos a donde se dirigían; no me quiero imaginar cuando lo acaben de construir.

Antes de todo aquello solamente existían pocas personas que son fijas y confiables en este lugar, entre las cuales está Alexandra, mi superior; la dueña del Saloon o cantina, Lena Luthor y sus chicas; el del banco, Oliver Queen y su asistente Barry Allen; en la oficina de correo, Winn Schott; en el Dispensario (Doctor), Clark Kent con su esposa Lois Lane; en la tienda de viveres, Querl Dox (Brainiac); en el restaurante, Cat Grant y Nia Nal; en el hotel o posada, Samantha Arias con su hija Ruby Arias; en la tienda de telas, Eve Teschmacher; por último en la iglesia, J'onn J'onzz.

Todos ellos siempre estuvieron en el pueblo desde mi llegada, pero aquella que había robado mi corazón desde el primer momento que la vi fue Lena Luthor con su maravillosa sonrisa y sus ojos color esmeralda que cada vez que me acercaba me miraban fijamente haciendo que me ponga nerviosa, torpe y mi coordinación fallaba siempre en su presencia. Mis amigos Clark y Alex se burlaban de mi enamoramiento cada vez que nos encontrábamos en la cantina o en mi oficina a tomar whiskey y fumar tabaco, dado que las pocas veces que yo me acercaba a ella terminaba en el suelo o con alguna contusión en mi cabeza que me generaba vergüenza en su presencia.

El día de hoy la observo desde mi habitación que quedaba en el segundo piso de mi oficina, ella estaba en la calle dando órdenes a unas chicas de limpiar el establecimiento con ese vestido que dejaba ver su cintura bien formada y su cabello recogido, se veía toda una dama en aquel atuendo; estaba preparándose para la tarde que les esperaba. Dado que hoy llegaban de nuevo algunos obreros, estos siempre se pasaban por este lugar después de un buen almuerzo en el restaurante con Cat y se quedaban en este lugar hasta el otro día o iban al hotel a descansar, aunque esto último pasaba muy poco.

Me cambio de manera rápida con mis vaqueros, mi camisa de algodón con mi placa al lado derecho de mi pecho, las botas, mi sombrero, mi pañuelo de color negro y las armas con sus debidas municiones; bajo las escaleras saludando a mi superior con mi sombrero para salir del lugar caminando con paso firme hasta donde se encontraba Lena decidida a pedirle una cita.

No obstante, el destino decidió que quedara en vergüenza con ella una vez más, tropezando con una piedra en el camino cayendo a sus pies notando como mis mejillas se colocaban rojas y mis manos quedaban apoyadas en la tierra, esperando que la tierra decida tragarme, escupiéndome en algún lugar lejos del mundo. Al escuchar una leve risa levanto mi mirada observando sus ojos a contraste de la luz con aquel brillo que me enamoraba; me levante rápidamente sacudiendo mi ropa de la tierra, sonriendo de lado saludando a las señoritas con mi sombrero para luego fijar mi mirada en Lena que seguía parada frente a mi sin decir una sola palabra.

"Señoritas, un gusto saludarlas. Señorita Luthor que hermosa se ve el día de hoy, deseo hablar con usted a solas" le dije aquello observando como todas las chicas se quedaban mirándonos

"Claro sheriff, pasemos y tomamos algo mientras las chicas acaban de limpiar acá afuera" dijo aquello mientras se dirigía dentro de la cantina mientras yo la seguía.

Al entrar al establecimiento puedo observar todo en impecable aspecto, desde la mesa de poker hasta la pianola donde Jack tocaba las melodías mientras los hombres se emborrachaban y las mujeres intentaban sacar todo el dinero de sus bolsillos; al sentarme en la barra Lena me sirve un vaso de whiskey del mejor en el estante para luego servirse uno para ella, se sienta a mi lado apoyando su cabeza en su mano derecha mirándome fijamente de nuevo, tome aquel liquido sintiendo el ardor por mi garganta y disfrutando de aquello tomando valor.