La Distancia Del Amor (Luzuplay/Wigetta/Rubegetta... Y Mucho Mas)

La Distancia Del Amor// La simpleza de tu piel

Narra Auron:

Al ver a Luzu salir del baño fue inevitable que su cuerpo causará un efecto en mi, mis mejillas cambiando a un color rojizas y mi mirada investigando su piel mientras saludaba al compás de aquel pequeño que minutos antes había estado bombardeando me con preguntas, las cuales había contestado con simpleza, tampoco muy cortante.

En un abrir y cerrar de ojos el menor se me había adelantado al baño, ahora estaba con Luzu, solos los dos, a lo cual no pude evitar desviar la mirada -y... ¿A qué año vas a entrar?- Sentía su mirada fija en mi cara, era claro que mis nervios me consumirán pronto, pero ¿Por qué?, Yo era un hombre y él otro, no me gustan los hombres, me niego. -A penúltimo año, creo que voy a estar con Alex- mis ojos inconcientemente se fijaron de nuevo en su cara, la cual tenía una gran sonrisa -entonces te deseo suerte, dicen que los nuevos son los que se llevan mucho bullying departe de los mayores... pero yo lo único que quiero hacerte es algo muy diferente- empezó a caminar hacia su habitación diciendo lo último casi en un susurro inaudible, ¿A que se refería con eso? ¿Y por qué lo sigo mirando de esta manera mientras él se va? Pero ahí me había quedado, solo y con mil cosas por preguntarle, además de hacerme las a mi, solo esperaba a que Álex saliera para entrar yo ahora y plantearme un buen discurso dentro de la ducha.

Narra Luzu:

Ya había hecho el deber de cambiarme en mi habitación compartida y ahora simplemente estaba sentado al borde de mi cama mirando al suelo, tenía claro que ahora sus pesadillas serían más seguidas, pero... ¿Por qué? Si hace poco por fin había dejado de soñar con él, hasta que mi teléfono vibro sacándome de mis pensamientos que no llevaban a ningún lado, mire el mensaje, era Vegetta o bueno a si le decía yo -"¿Pretendes quedarte todo el día en tu casa o te molestaría mover tu culo hasta abajo?"- una leve mueca risueña salió de mis labios, como siempre, mi mejor amigo siempre tan delicado y dulce, sin dudarlo me levanté de la cama para caminar al encuentro con el dueño del mensaje, al salir de la habitación vi a Alex para decir -llegaras tarde si sigues así- él solo rodo los ojos y contesto con un simple -sisisi- Y sin más cada uno tomo su camino, el hacia dentro de la habitación y yo hacía el comedor, en el cual me encontré un gran banquete, mi padre y el padre de Raúl conversando mientras tomaban el desayuno, mi madre dándole indicaciones cual dictadora a la madre de Raúl que se veía acongojada por los regaños de parte de la otra mujer -¡Buenos días, familia!- me senté frente a un plato que ya estaba servido y simplemente me limité a alimentarme escuchando a mi familia devolver el saludo, luego una vibración de mi teléfono que había dejado en la mesa, decidí echar un vistazo era de nuevo Vegetta -"oh, dulce príncipe Luzu, ¿Me haría el honor de mostrar su presencia en la entrada?"- Y si, mi amigo era muy infantil, pero aún así le quería -"vale, vale, el plebeyo quiere mi presencia a si que se la daré"- escribía y comía, algo muy común en mis mañanas nada cambiaba, solo que habían más personas en el comedor y en la cocina -"buah chaval, cuántas ganas tengo de estampar te ahora un puño en tu bonita cara"- y así duramos en una conversa sin sentido donde me describía como iba a partirme el cráneo en dos si no salía, a los pocos minutos vi de reojo como bajaban Auron y Alex, yo ya había terminado, solo me levanté y lleve el plato al fregadero, escuchando de fondo los saludos de los recién llegados, cuando me volteé para despedirme viendo como ahora Alex y Raúl estaban hablando como si se conocieran hace años, me limité a decir -Adiós, nos vemos después- depositando un beso en la mejilla de mi madre y un especial apretón en el hombro a mi padre, a los demás me limité a sacudir la mano. Al salir, pude ver al pelinegro que estaba cruzado de brazos contra una pared con el celular en una de sus manos y en la espalda la mochila... Espera ¡Mi mochila!, Alarmada mente me devolví entrando a casa tomando mi maleta que siempre dejaba lista en el sofá que se encontraba en la sala y dirigiendome a la salida, mientras mi mirada se topaba con la de Auron, una sonrisa en sus labios apareció haciendo que la sonrisa se me contagiara. De nuevo salí, viendo esta vez, una escena bastante... "Especial".