La Distancia Del Amor (Luzuplay/Wigetta/Rubegetta... Y Mucho Mas)

La Distancia Del Amor// De nuevo a mi corazon

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Advertencia: Este capítulo contiene lemon, si no te gusta puede pasar hasta que de el anuncio de fin de lemon.
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Narra Vegetta:

Era de día ya, se notaba en las ventanas, puesto que se había olvidado cerrar las cortinas, era ya domingo, ya habían pasado dos días desde el incidente, me quedé a cuidarlo y no me arrepiento en lo absoluto, a mi lado, estaba mi chiqui, un persona totalmente genial, un hombre que me volvía loco, tenía su torso descubierto por la sábana, pero para mí desgracia lo tapaba la camisa, en cambio yo... Pues yo estaba casi como dios me trajo al mundo, Guillermo tenía las mejillas rojas y estaba sudando mientras se revolvía en las cobijas, parecía enfermo, así que opte por la opción más lógica. -Guille despierta...- le di un suave empujoncito, no se despertaba, así que opte por el plan B -¡GUILLERMO DIAZ, QUE HACES CON UN HOMBRE EN TU CAMA!- vi como apresuradamente abría su ojos dando un pequeño saltito para incorporarse en la cama, perdió el equilibrio y callo en el suelo mirando por todos lados, supongo que esperando ver a sus padres, pero para su sorpresa solo estaba yo, con una gran sonrisa, que por más que le hiciera esa broma, jamás dejaba de caer.

Me miró con el señor fruncido y de su boca salió un claro -Eres un gilipollas...- Suavemente se empezó a levantar par volver a la cama, pero él no se había dado cuenta de un gran percance que sucedía en su boxer. -¿Que soñaste para que estés si?- sin pena alguna señale su entre pierna, vi como su rostro enrojecia y se limitó a volver a la cama diciendo -Contigo en un coche...- miro hacia otro lado haciéndose el ofendido.

INICIO DEL LEMON

-¿Asi?- mis manos se movieron solas una hacia su miembro y otra hacia su rostro con intenciones de girarlo para que me mirara. Al rosar mi mano con su miembro se estremeció y soltó un suave jadeo, lo cual, me prendió absolutamente. Le acaricie suavemente su miembro por encima de la tela, escuchando su respiración como se agitaba, mi otra mano le hizo girar la cabeza y pude ver su rostro rojo, sus mejillas coloradas inspirando ternura, tanta ternura que mi miembro empezaba a despertar, sin más delirio, nuestros labios se chocaron para entrar en un juego lujurioso y candente de lenguas con esto se definiría nuestro rol en la cama.

Sentí una mano delgada y fría que se posó encima de mi miembro sobre la tela, empezó a masturbarme, era maravilloso, nuestros jadeos eran callados por nuestros labios, hasta que nos vimos obligados a parar, un respiro y de nuevo fui atrapado por sus labios, Willy estaba muy ansioso, tanto, que ganó el rol de activo y eso iba a doler...

Solo, me limité a hacer los movimientos anteriores, en un abrir y cerrar de ojos, mi contrario se había posado encima mío, sus besos descendían hacia mi cuello dejando un camino húmedo, además de que su mano se introducía por debajo del boxer y de la nada hizo un comentario que me hizo sonreír al mismo tiempo que sonrojar -No puedo creer que Samuel de Luque sea mi pasiva- el chico con sus lindas mejillas sonrojadas se reía mientras gracias a su mano yo gemía. -callate, gilipollas- dije y lo gire bruscamente para quedar encima de él y antes de que hiciera algún movimiento comentó -esta bien, seré el pasivo- sus ojos intentaban no mirarme, estaba avergonzado y yo sorprendido, ¿Desde cuándo Guillermo se había vuelto tan complaciente?...

Puse mis dedos cerca de él, este inmediatamente los metió en su boca y los chupo, era una escena demasiado excitante y aún más, después de que habíamos pasado un rato besándonos, acariciando nos mutuamente y algunas que otras mordidas, eso era demasiado para mi cuerpo, quería estar dentro de él, quería que fuera mío una vez más. Saque mis dedos de su boca y baje lentamente hacia su boxer, el cual fue despojado al instante dirigí, mis dedos a su entrada, él chico se limitaba a soltar uno que otro gemido gracias a que aun mi otra mano le prestaba atención, solo que está vez, era más directa.