PRÓLOGO

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El pequeño niño bajaba las escaleras rápidamente ignorando los sonoros llamados de aquella mujer que le dio la vida, lo único que pasaba por su mente en esos momentos era que su padre había regresado del trabajo

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El pequeño niño bajaba las escaleras rápidamente ignorando los sonoros llamados de aquella mujer que le dio la vida, lo único que pasaba por su mente en esos momentos era que su padre había regresado del trabajo.

Bajo el último escalón de un salto y con una sonrisa de oreja a oreja tallada en su pálido rostro se encaminó rápidamente hacia la oficina de su padre asegurándose de que su madre no lo alcanzara y lo enviase a la cama como reprimenda por haberla desobedecido. Aunque Loki sabía que tal vez si se lo merecía por no hacer caso.

Se detuvo de golpe estando frente a la puerta y en un intento de arreglarse inútilmente el cabello, dirigió sus dos manos para peinar torpemente las hebras desordenadas pero gran cosa tampoco logró. Infló su pecho y sonrió grande antes de empujar la puerta con sus manos debido a que era pesada para su aún débil cuerpo.

—¡Papi!—Dijo emocionado el pequeño de ojos esmeralda con alegría contenida, su padre había vuelto de un viaje después de pasar cinco meses en el extranjero.

El mayor al percatarse de la presencia de su hijo primogénito sonrió calidamente, no había querido ir a despertarlo al llegar y resulta que el diablillo lo había estado esperando, el tan solo verlo le daba buenos recuerdos y todo el estrés acumulado se desaparecía como neblina tras la salida del sol.

—¿Como ha estado mi pequeño heredero?.

Laufey Laufeyson era un hombre al que muchos podría llamar intangible, era alguien frío y nada gentil, siempre con la mente clara y bajo presión ademas de ser uno de los empresarios de mayor influencia en el país, pero como la mayoría de las personas, tenía algunos puntos débiles. Su orgullo, su amada esposa Farbautí y su pequeño, amado, travieso y risueño Loki.

El niño saltó sobre su padre y este lo tomó para levantarlo y darle un cálido abrazo de reecuentro. Era difícil cuando tenía que dejarlos por largas jornadas laborales, pero le era inevitable no ir cuando era el director general y por ende su asistencia era obligatoria para las juntas importantes a cerca de exportaciones al extranjero.

Una mujer de apariencia joven, ojos azules y cabello castaño ingreso a la habitación con la respiración entrecortada y con el cabello revuelto, una de sus manos sobre su pecho y algo jadeante. La sonrisa de Laufey por un momento se iluminó al verla, pero al percatarse de las lagrimas en los ojos de su esposa y su rostro repleto de angustia supó que algo no estaba bien.

—Esta aquí —Musitó ella, asustada y temblorosa.

Laufey dejó salir un suspiro de resignación y abrazó a su hijo con mucha fuerza antes de doblar las piernas y agacharse para dejarlo sobre el suelo para que la mujer de lo llevara de allí, aunque, ignorante de la situación Loki se aferró con todas sus fuerzas a una de las piernas de su progenitor como si fuese una cuerda de salvamento, había algo en todo ese ambiente que no le agradaba y lo único que pensaba era en que quería quedarse más tiempo con su padre.

Líneas de Sangre |Thorki AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora