𝙇𝙄𝙉𝙀𝘼𝙎 𝘿𝙀 𝙎𝘼𝙉𝙂𝙍𝙀 ❝Aveces, lo peor que te puede pasar es toparte con el karma❞
Loki, también conocido por ser uno de los más famosos abogados de la Ciudad de los Ángeles guarda un terrible y macabro secreto que lo convierte en una de l...
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Steve llegó a la mansión lo más rápido que pudo, seguido por varios de sus compañeros oficiales.
Según la información que habían recibido, un nuevo asesinato ocurrió en la Mansión del Multimillonario Anthony Stark, y varios testigos se encontraban allí al igual heridos y golpeados. Entre ellos estaban Virginia Potts, la asistente personal de Tony, la misma que fue encontrada golpeada y amarrada en un rincón. El guardaespaldas personal, y... Aunque Steve no quisiera creerlo, Loki.
Cuando oyó que él se encontraba involucrado, no dudó en ir con rapidez hacía Malibú.
Ingreso dentro de la propiedad mientras varios periodistas luchaban contra los policías tan solo por algo de información, fue corriendo hacia el segundo piso en donde supuestamente se hallaba el cadáver de Stark.
—¡Hey Steve! —Un grito lo obligó a detenerse, una voz la cual reconoció.
La figura de su mejor amigo lo recibió.
—Bucky, ¿Sabes en donde tienen a Loki? —Preguntó a su amigo.
—¿Ni un hola? —Chisto pero rápidamente cayó en cuenta de que Rogers no estaba dispuesto a bromear. —Loki está en aquella habitación con los demás testigos, sólo déjame decirte que esta algo herido, así que no pierdas la cabeza —Le Advirtió Barnes señalando la habitación con la cabeza.
Steve no dudó en ir lo más rápido que pudo hacía allí, suplicando algo de cordura, porque tenía unas inmensas ganas de asesinar al responsable de lastimar a su querido Loki. Una vez dentro, diviso al pelinegro sentado en un sofá al lado de Virginia Potts, ambos siendo interrogados por un detective, al oír la puerta abrirse todos observaron atentos a Steve, aún más Loki.
—¿Steve? —Soltó Loki poniéndose de pie.
Y entonces Rogers se dio cuenta de que el brazo derecho de Loki se encontraba vendado y su bello rostro estaba morado.
Fue hacia el menor y lo abrazo de lleno, lo apretó contra sí teniendo cuidado de no lastimarlo aún más.
