Nia y Romi están de pie en un muro de unos cincuenta centímetros de ancho tienen que estar muy altos, por que las nubes les llegan ha la cintura
Ambos miran embelesados, como ochenta oh cien ángeles juegan entre las nubes solo les vemos medio cuerpo son transparentes, como gelatina les vemos del pecho hacia arriba, se esconden entre las nubes y sacan medio cuerpo, unos y otros se empujan y ríen
Nosotros les vemos y ellos si nos ven a nosotros pero no se inmutan, juegan mas y mas juegan delante nuestra son varones y hembras
Nia tapa su boca con su la mano de asombro, ambos estamos maravillados que encanto ver los preciosos ángeles
Nia: Lo ves lo ves. Oguines
Romi: Claro que lo veo, lo vemos los dos estamos juntos
Nia: Están jugando
Romi: Si nia juegan que cosas mas raras, nos deja ver Jesús,
Nia: Me encanta verlos esa mujer rubia no se a quien me recuerda es muy bonita lleva el cabello corto me recuerda ha alguien, de pronto nia miro hacia abajo
Nia: Donde estamos es muy alto es una tapia oh pared, no se ve el suelo esta muy alta
Romi: Tranquila el padre, no nos deja caer no te preocupes ambos seguimos mirando los ángeles
Posdata. Creo que estamos muy altos nuestras vidas ya son de Jesucristo, los ángeles ya se acostumbraron ha vernos cercanos a ellos
Senos dijo viviréis, entre el cielo y la tierra
Romi: Bendito bendito y mas bendito, el Dios que vive por las siglos de los siglos por el amor hacia el ser humano, somos hijos directos de su creacion y el es el padre y Dios, nuestro