마크와 제노?

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Eres bienvenida a tu nuevo trabajo, solo tenemos clientes exclusivos así que no tendrás mucho que hacer, su horario es a las 9 pm.

—¿Así que conseguiste un nuevo trabajo?— sonó muy contento.

—En efecto, el abuelo me dijo que solo vendrán clientes exclusivos y uno viene a las 9 de la noche...— Tengo curiosidad.

—Entonces hay dos chicos detrás de ti?— preguntó y yo reí. 

—El de la universidad no es mi tipo.— respondí mientras dibujaba en mi cuaderno.

—Ay vamos Dahee, nadie puede predecir si realmente no es tu tipo, no todos son como los chicos de tus dibujos—. Miré mi teléfono y concuerdo con lo que dice mi amigo.

—Sangwoo, mañana nos veremos verdad?— cambie de tema.

—Quizás...— respondió y deje de dibujar.

—Eres lo peor, primero me dejas sola en el almuerzo y ahora es imposible vernos en la universidad?— Tomé mi lápiz y seguí dibujando.

—La señora pollos va ahí de nuevo—. Hice silencio y estoy segura que su rostro ahora es de terror.

—Espero que alguien jale de tus pies esta noche.— lo escuché reír fuertemente.

—Mañana te veo, me cuentas todo y sobre lo del chico de la cafetería es un total misterio, suerte amiga.— me puse muy pensativa.

—Mañana nos vemos, te quiero.— 

—Te quiero también, fea.— rodee mis ojos y con un "tonto" corte la llamada.

Se estaban haciendo las nueve por lo que mi dibujo del chico de mis sueños estaba terminado, por un momento lo pensé y se parecía a alguien que conocía pero solo podía recordar ese rostro.

Ojos pequeños, Cabello negro, nariz pequeña y labios realmente preciosos.

sonreí al ver el dibujo terminado, recuerdo que lo vi cuando era más pequeña, ambos éramos niños pero es imposible olvidarme de ese rostro, supongo que ahora estará en la universidad aunque nunca supe su nombre realmente quede encantada con tanta belleza desbordada por aquel ser que me hizo sentir cosas con tan solo chocar nuestras miradas inocentes.

Fue cuando la puerta sonó y abrí mis ojos por completo sobre este ser.

—Hola, ¿Dónde está el abuelo? ¿Todo está bien?—. Al salir de mi trance, solo asentí.

—S-si todo está bien, solo que está cuidando de su esposa, está un poco enferma y...— me miró y asintió. 

—Espero verte más  seguido—. sonreí sin mostrar dientes, su voz es demasiado encantadora.

—Igualmente.— respondí y se dirigió a su mesa —Disculpe, ¿Qué te vas a servir?— pregunté.

—Café americano caliente, por favor.— Pidió y fui a hacerle su café. 

Al terminar de hacer su café fui de inmediato a ponerlo en su mesa, al estar concentrado en su trabajo sentí el roce de sus dedos con los míos, ambos nos miramos y me dio una sonrisa.

—Perdón.— dijo y yo negué.

Me retiré de su lugar y mi corazón comenzó a acelerarse sin razón alguna, por un momento pensé que me quedaría sin respiración, el chico realmente parece sacado de un webtoon o de uno de esos dramas japoneses que me encantaban, tenía el pelo negro hasta sus hombros que por cierto no le quedaba nada mal.

La parada de Autobús - Jaemin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora