Between Time | Vkook

02 | Ojos color miel彡ꦿ

Se removió lentamente sobre su cama, sus párpados pesan, pero debía despertar, se haría tarde para sus clases. Con cuidado abre los ojos, mirando el techo, estuvo así un rato, hasta que por fin se sentó en su cama.

Con los ojos entrecerrados, estira la mano hasta el pequeño armario donde dejó su celular.

— ¿Eh? — frunce el ceño al no encontrar ningún armario — ¿Pero qué?

Frota suavemente sus ojos con el dorso de su mano, para luego mirar los alrededores de la habitación.

Quedó helado al notar que no se encuentra en su habitación.

Aquella blanca habitación tiene cosas demasiado caras a su vista, habían cuadros raros e incluso pudo notar que la cama es tamaño king.

— Dios, es como si hermanos a la obra o cualquier programa de H&H hubiera remodelado esto... — baja la mirada, notando que estaba usando un pijama muy diferente al que se puso — estoy soñando, debe ser eso.

— ¿Jungkookie?

El menor rápidamente alza la mirada, asustado por la repentina voz que le habló. Aquella persona lo miraba desde el marco de la puerta, usaba una bata rojiza y en sus manos tiene una bandeja con un pulcro desayuno en él.

Jungkook hizo lo más sensato que se podía hacer en esa situación, correr como loco a la primera puerta que vió y encerrarse ahí.

— E-esto es un su-sueño, ya perdí la cabeza — observa el lugar donde está, notando que se encuentra en el baño — moriré aquí dentro, ya fue.

— ¿Estás bien? — escucha la voz del desconocido, incluso pudo sentir como golpea levemente la puerta — Jungkookie, ¿estás así por lo que pasó ayer? Lamento mucho eso, perdóname.

No entendía, ¿quién es ese tipo? ¿De qué pelea habla?, posiblemente es un engaño para matarlo o algo así.

— E-escucha, no sé quién eres, pero vete o llamo a la policía.

Hubo un pequeño silencio, algo que confundió a Jungkook.

Cuidadosamente abre la puerta notando que el tipo no estaba, sería tonto salir y arriesgarse, pero no podía estar escondido en el baño para siempre. Así que sale, caminando en dirección a la cama para buscar sus cosas.

Sin darse cuenta, es empujado hacía la cama, sintiendo como su cuerpo es presionando contra la suave superficie.

— Jeon Jungkook, ya no te juegues ese tipo de bromas — con pánico intenta escapar, pero el desconocido lo sujeta de las muñecas, impidiendo su objetivo — es muy feo que le digas eso a tu esposo.

— ¡Déjame!, tú no... — frunce el ceño al escucharlo — ¿Esposo? Yo no estoy casado, ni siquiera tengo una carrera.

Aquel chico pelinegro lo mira confundido, como si le acabarán de decir la mayor barbaridad del mundo. Lentamente se aleja de Jungkook, dándole libertad de moverse lejos de él y esconderse atrás de una almohada.