Capitulo dos.

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Mientras estaba en el avión lo único que recorría mi mente era si podría acostumbrarme al nuevo colchón rápido. Había veces que me quedaba a dormir en casa de mis amigas y no conseguía pegar ojo por notar que no estaba durmiendo en mi cama. En el momento en el que mi espalda tocó el colchón en el que dormiría por dos años mi mundo se tranquilizó, pues era cómodo y bastante parecido al de casa.

Casa.

Mientras intentaba dormir solo pensaba en mamá. Si mamá se enterase que Josh le estado mintiendo por un año entero seguramente volvería a Miami con Josh sentado en el asiento de al lado en el avión. Mamá no era alguien súper sobreprotectora. Si lo fuera ni Josh ni yo estaríamos aquí, sino que estaríamos en casa viviendo con la familia. Eso sí, mamá tenía tolerancia cero con las mentiras. Las odiaba con todo su corazón. Recuerdo cuando usé su pintalabios cuando era pequeña y dije que en realidad no había sido yo. Cuando descubrió que había mentido, estuve yendo de casa al colegio y del colegio a casa durante un mes y medio. Nada de parque. Nada de dormir en casa de mi mejor amiga. Nada de comprar un helado de camino a casa. Tampoco pude ver la tele ni jugar a la consola. Supongo que ese fue el momento en el que me aficioné a estudiar. Total, no tenia nada mejor que hacer.

Caí en los brazos de Morfeo mientras pensaba en mamá y no se cuanto tiempo pasó hasta que note un zarandeo. Abrí los ojos poco a poco acostumbrándome a la luz repentina y en cuando pude ver con claridad miré a Josh, que estaba sentado en el borde de la cama, con una sonrisa adormecida.

-¿Ya es hora de cenar?-Pregunté.

-¿Sigues poniendo la comida por delante de todo?-Preguntó mi hermano riendo. Asentí con la cabeza intentando decir "algunas cosas no cambian".-Ryan ha pedido pizza. Baja, quiero que conozcas a alguien.

Acto seguido se levantó de la cama y salió por la puerta. Me incorporé mirando la salida por la que mi hermano había pasado con una ceja levantada. Miré a la esquina de la habitación viendo la maleta aún sin deshacer. Algo me decía que debería esperar a mañana, o al menos hasta después de la cena.

Me levanté de la cama y decidí cambiarme de ropa para estar más cómoda. También tenía la sensación de que estaba sucia, ya que no había podido ducharme después del viaje. No es que oliera mal, pero sentía que cambiándome de ropa me sentiría mas fresca.

Bajé las escaleras y en el último tramo pude ver a los tres chicos en el salón y una chica morena hablando con mi hermano. Los pequeños tornillos de mi mente empezaron a funcionar.

-¡Hola!-Exclamé adelantando a mi hermano y acercándome con cuidado a la chica.-Tu debes de ser Lauren.

-Esa soy yo.-Respondió riéndose.-Veo que has oído hablar mucho de mi.

-Bastante.-Reí mirando a mi hermano y él se rascó la nuca mirando hacia abajo.

Lauren. La novia de Josh. No sabía a ciencia cierta cuanto tiempo llevaban saliendo, pero Josh me había hablado de ella desde la primera semana que pasó en Londres. Me contaba lo inteligente que era, lo mucho que le gustaba, que era simpática... Una día, sin más, simplemente me dijo que llevaban tiempo saliendo juntos. Así de la nada.

-Así que tu eres Anabeth...-Dije con una sonrisa.

-Sólo Ana, en realidad.-Le devolví la sonrisa.

-Sabía que eráis mellizos pero... Os parecéis menos de lo que me esperaba.

-Eres la primera persona que me hace ese cumplido, que sepas que te quiero.-Bromeé ganándome la risa de ella y un golpe en el hombro por parte de mi hermano.-En todo caso... Encantada Lauren, es un placer conocerte por fin.

Se nos fue de las manos [#VC3I REMAKE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora