El amor es ciego.

Cap.4

Cap.4 

Antes de entrar a la feria llame a Bia para invitarla, me contesto al tercer tono y le conté mi idea de invitarla, pero ella me dijo que seria más divertido si invita vamos a James, a veces pienso que mis amigos tienen algo especial entre ellos y no me lo han querido contar, nha no le tomare tanta importancia total si se quieren yo los apoyare en todo.

Los estuve esperando unos minutos afuera de la entrada, cuando los visualizo con la mirada los saludo con la mano y comienzo a saltar para que me vean.

Al verme se acercaron a mi y pagamos para poder entrar a la feria y así poder divertirnos.

-¿A donde iremos primero?-les pregunte a mis amigos con mucha astucia.

-Yo digo que primero vallamos a comer y luego nos montemos en la montaña rusa-respondió Bia con una sonrisa, luego giro su cara 360° hacia mi y me apunto con su dedo- y tú me vas a ganas uno de esos oso gigante de peluche que salen en las películas, como buena amiga que eres.

-Esta bien, te apoyo con comer y lo de luego ir a la montaña, pero no ganare ningún peluche para ti, si lo gano sera para mi- le conteste a mi amiga.

-Mala amiga, cuanto te apuesto que James me ganaría un peluche, por que el si es un buen amigo, no como tú-se gira a nuestro amigo-¿cierto?-le pregunto con ilusion a que diga que si.

-Pff, claro que si-le dijo James a Bia con una sonrisa de "Si, claro", pero luego se acerco a mi oído y me susurro-no le ganare nada, soy muy malote- y me sonrió con cara de soy muy malote. 

Comencé a reír tanto por la cara que hizo que luego de un rato comencé a aplaudir como foca con retraso mental, y bueno ademas de la gente que me miraban raro por mi escena mis amigos se alejaron de mi diciendo que no me conocían y cosas por el estilo.

-Son malos, muy malos me dejaron sola-los mire con una cara de enojo, pero soy tan retrased que me comencé a reír sin razon alguna, y por esa razon mis amigos también comenzaron a reír sin ninguna razon, hasta que parecíamos focas con retraso mental.

Al primer juego que nos subimos fue a la montaña rusa, luego a un que se llamaba el arcángel, dicen que mientras mas subes peor es la caída, luego al carrusel, a la casa del terror y por ultimo a la casa de los espejos, teníamos un láser y apuntamos a uno de los espejos y revoto en los demás y nos terminaron echando de la casa de los espejos, así que comenzamos a ganar premios en los puestos que habían. 

Pero nada dura para siempre, ya era de noche así que decidimos volver a nuestras respectivas casa.

Al llegar a la mía, me metí a duchar y lave mis dientes, me cambie a mi suave piyama con ositos, y me metí a la cama para luego de unos minutos caer en los brazos de mi amado y sexy Morfeo.

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Como siempre el maldito despertador sonó, y yo con mi mala costumbre de siempre lo abente contra la pared para que se callara de una puta vez, por lo menos esta vez no lo tire para afuera. 

Al levantarme arrastre mis pies hasta el baño, al entrar y verme en el espejo pensé-Siempre tan bonita, que parezco mapache atropellado y que un gato me hubiese vomitado encima- y seguí con mi rutina diaria, osea, bañarme, comer, lavar mis dientes e ir a el estúpido instituto.

Al llegar a la cárcel esperamos a James en la entrada, estaba de espaldas hablando con mi amiga tranquilamente cuando alguien me toca la espalda y dice un buu muy fuerte asiendo que me asustara, bueno mi respuesta a eso fue un grito y una cacheada al que lo hizo.

-Hay mi hermosa cara-protesta James con una mano en la parte afectada.

-Eso te pasa por asustarme, idiota-le dije obvia, luego de todo nos fuimos a nuestras respectivas clases.

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A nosotras nos tocaba matemática, y bueno yo me quede dormida ya que era tan aburrida la clase, cuando siento a alguien tocarme el brazo reiteradas veces, era mi mejor amiga diciendo que la clase de matemática se había terminado.

Salimos de el salón por nuestras cosas de artes.

Al terminar el recreo tocaron la campana y nos fuimos al salón de artes,esta es la única clase que me interesa y le pongo atención, donde me senté al lado de Bia.

Estábamos hablando sobre que íbamos a dibujar, cuando alguien abre la puerta y todos dirigen sus miradas a la persona que se encuenta adelante hablando con la profesora, cuando levantó mi cabeza para ver de quien se tratava, el estaba dado vuelta a mi y lo miraba fijamente, ya que algo de el me parecía conocido, pero no le di más importancia y volví a lo que hacía.

La profe se dirige a todos y dice, "El es su nuevo compañero, hágame el favor de integrarlo y de tratarlo, para que se sienta uno más de la familia".

Paso un rato de lo que dijo la profe y todos comenzaron a dibujar, yo estaba centrada en mi dibujo, cuando siento una desagradable presencia atrás de mi, así que me doy la vuelta para ver quien era, no era tan difícil adivinar de quien se tratava, así que cierro mi cuaderno y me guiro para ver que quería de mi ahora.

-¿Se puede saber que tanto miras?-le pregunté con un tono de fastidio.

-Pues sólo quería ver que dibujaba mi compañera, o ¿Acaso no puedo ver?-me respondió con una sonrisa de medio lado.

-Sinseramente no quiero que me veas a mi en particular, por allá hay más personas para que las vallas a ver- le respondí y le puse mi mejor cara de odio que tenia.

-Hay pero que sensible, ni que te estuviese molestando para que me quedé mirando así-me quedo mirando con una expresión  de "tristeza", que se veía a kilómetros que era más falsa.

Lo mejor que pude hacer fue levantarme, tomar mis cosas e irme de su lado para que me dejará de molestar, así que me fui a la mesa de más al fondo, esa que pareciera que nunca le llegase la luz, me instale hay y seguí con mi trabajo, hasta que tocaron el timbre para volver a casa.