La estrella de mi vida.

Pertenecer (2/2)

Me desperté en sus brazos, me desperté con su aroma, me desperté sintiéndome amado sonreí al ver el rostro cansado de mi vivir yo también estaba agotado, me desperté con sensaciones extrañas y sobre todo con dolor en las entrañas con cuidado me levante y sin hacer ruido me vestí salí de casa temprano y compre algunas cosas que se me antojaron, un pastel o quizás una dona mientras caminaba a la tienda me decidía, pensaba en llegar a casa y tomar un buen café al lado de la chimenea acompañado de mi amor, rodeado por sus brazos y deleitado con sus suaves y lindas palabras.

Eras maravilloso, yo era muy patético, eramos maravillosos.  

Compre ambas cosas al no poder decidir y así llegué a casa con las manos llenas allí estabas tu sonriéndome mientras limpiabas tu frente dejando en ella un pequeño rastro gris el cual limpie con la manga de mi camisa, eran las cenizas de la chimenea que se habían colado en tu rostro, recuerdo que te bese, te bese con ganas con pasión fue un beso que vino desde lo más profundo de mi ser. 

Eres maravilloso, yo soy patético, somos maravillosos 

Aveces estoy seguro de que seguiremos juntos pero aveces hay horas en las cuales me ahogo en los mares de mis dudas, hay minutos en los cuales colapso y pienso en el fin, tú te ves tan despreocupado y me entregas todo, se que me entregas amor lo noto en tus ojos, lo noto en la forma que sostienes mi mano al pasear por la ciudad, lo noto al ver como me miras perdiéndote por segundos, noto tu amor y tu fuego por mi, aveces estoy muy seguro de que esto estará bien que lograremos funcionar que estamos destinados a estar juntos. Soy tu estrellita, sí... soy tu estrella, dijiste eso y me gusta saberlo, pero ¿qué eres tú para mí?, tú eres mi vida, te has vuelto mi ser tú eres una de las razones por las cuales continuo viviendo, se que vivo gracias a tu sonrisa, se que vivo gracias a tu cariño, mi corazón se arrebata cada vez que te ve, mi cuerpo tiembla cuando lo tocas no por miedo sino porque el se rinde a ti, mis ojos son como espejos que te reflejan en mi vida en mi diario vivir, eres el amor de mi infancia, eres el amor de mi niñez y adolescencia, eres mi amor ahora y probablemente siempre lo seras, te amo y lo sé. 

Aveces temo perderte, aveces creo que no eres tú quien se ira sino que yo, temo alguna noche tomar mis cosas y empacarlas, temo entre lagrimas escribirte una carta como las que siempre te escribía pero nunca enviaba, temo salir de casa en la oscuridad de la noche y subirme a un auto que se que me llevara a la perdición de mi pasado, temo volver  caer en el... temo a volver a ser la persona rota que antes era, antes de lo nuestro tenia mi vida solitaria era tan monotoma, tan aburrida sin gracia, por las mañanas despertaba solo y triste, con dolor en el cuerpo y asqueado de los olores que mi nariz lograba olfatear, temo volver  a eso, temo volver a caer en sus garras y lastimarte, no quiero verte derramar lagrimas pero se que lo harás, se que lloraras a mi lado lo sé..., lo sé. 

Tal vez extrañare tu cabello largo, quizás extrañare tus abrazos y tus extrañas caricias en el pelo, extrañare tus besos en mi cuello y tus sonrisas dulces, eres como la miel eres tan dulce...

Esta noche tal vez me vaya, esta noche tal vez desaparezca, eso pensaba mientras abría la puerta con una de mis manos ocupadas por las bolsas en las cuales estaban las donas y el pastel, lo pensé pero te vi allí con tu camisa negra desabrochada y con los pantalones sucios por el carbón que recientemente habías limpiado, te vi allí y no pude casi de inmediato borre ese pensamiento de mi mente, te vi allí y supe que a tu lado debía estar, me acerque y te limpie la frente, te bese..., me abrazaste y te fuiste a calentar el agua para desayunar yo simplemente deje las cosas en la mesa y fui a colocar la mesa, íbamos tan bien..., íbamos tan bien que casi muero de la impresión por lo de hoy, perdóname...