Quédate. 》J.V《

Tres.

Por fin era el gran día de la mudanza. Ya todo estaba listo, ahora sólo faltaba que echaran unas cosas al coche y se iban a su nuevo hogar.

Jos se sentía triste, pero a la vez quería conocer la casa nueva. Habían pasado días y el pequeño pelinegro ya empezaba a aceptar eso de la mudanza, a parte, no tenía otra opción.

Subieron al coche lo que les faltaba y se dirigieron hacia su nueva casa. Jos iba pensativo y viendo por la ventana.

-¿Qué tienes?-Preguntó su hermana.

-Tengo sueño.-Dicho esto, se alejó de la ventanilla del coche y recargó su cabeza en el asiento.

-Vas a ver que nos va a gustar en donde vamos a vivir, mis papás dicen que hay columpios en el patio.-Dijo emocionada

-Fer, déjame dormir.-Le tapó la boca con su mano.

Fernanda estaba muy emocionada por llegar, Jos se durmió todo el camino.

Habían llegado ya a la casa nueva, tenían que empezar a acomodar todo poco a poco. Despertaron a Jos para que saliera del coche y entrara a la casa.

Al entrar, lo primero que Fernanda y Jos hicieron fue ir al patio trasero para ver los columpios, en cuanto los vieron, corrieron hasta ellos.

-Me va a gustar estar aquí.-Dijo Fer mientras empezaba a columpiarse.

-A mí también. -Soltó una risita el pequeño pelinegro.

Jugaron un rato y después empezaron a ayudar a sus papás a desempacar y a arreglar las habitaciones que, era lo primero que querían tener listo.

Ya era de noche, ya habían acomodado algunas cosas y ahora estaban en la sala.  Jos empezaba a tener sueño.

-Mami, me voy a dormir.-Avisó.

-Sí, cariño. Descansa.

Jos empezó a subir las escaleras

Siguieron acomodando y en eso, se escuchó el timbre. Mariana fue a abrir y se encontró con Columba y con uno de sus ¿hijos?, era lo más seguro.

-Hola, qué gusto verte. ¿Cómo van con la mudanza?-Preguntó Columba.

-Hasta eso que bien, vamos más rápido de lo que esperaba -sonrió-. ¿Es tu hijo? -Dijo refiriéndose al pequeño que estaba tomando la mano de Columba.

-Sí, es Alonso -sonrió-. Alon, ella es Columba, la amiga de la que te conté. Saluda.

-Hola, ¿tienes hijos?-Sonrío.

-Sí, tengo 3 -rió-. Pasen que ahora se los presento.

Columba y Alonso entraron a la casa.

-Disculpen el desastre, pero aún no acomodamos aquí. -Dijo mientras cerraba la puerta.

-No te apures.-Sonrió.

-Fer, mi amor. Ven que te voy a presentar a alguien -habló mariana-. Fernando, trae a Christian.

Fernanda se acerca acompañada por su papá y por su hermanito hasta donde está su mamá.

-Hola, buenas noches. -Saluda Fernando.

-Buenas noches.-Contesta Columba.

-Mira, ella es mi hija Fernanda y él es Christian, el más pequeño.

-¿No tenías tres hijos? ¿Y el otro? -Interrumpió Alonso.

-Sí, tengo otro. Se llama José, sólo que, tenía demasiado sueño y se fue a dormir.