Quédate. 》J.V《

Cuatro.

Han pasado 8 años, Jos está a dos meses de cumplir 18. Estaba feliz, llevaba tiempo planeando una gran fiesta.

Pero antes, ¿qué ha pasado en estos 8 años con Jos?

Al entrar a la secundaria se encontró con Bryan de nuevo, desde entonces no has perdido la comunicación y se ven muy seguido. En segundo de secundaria Jos aceptó que era gay, le contó a su familia y todos lo apoyaron. Entró a la prepa y tuvo su primer novio, se sentía bien con él, duraron un año. Jos se dio cuenta de que lo engañaba, al principio le dolía como los mil demonios, pero aprendió a superarlo y desde entonces ya no ha tenido otro novio. 

A veces Jos salía de fiesta y conocía a chicos nuevos, pero de besos no pasaban. Había intentado con varios chicos ya, pero al parecer Jos no estaba listo para alguna relación estable; en cuanto empezaba a verse con alguien, de la nada ya traía a otro, y así hasta que se enfadó y decidió quedarse solo por el momento.

Iba todas las tardes a la cafetería de su tía Madelein a hacer tarea y a depejarse un poco.

Ahora estaba muy nervioso por entrar a la universidad, a la vez quería entrar y, pero a veces no quería hacerlo.

Alonso tenía 16 años y seguía viviendo con la abuela, todo este tiempo así fue.

Acababa de pasar por su primer decepción amorosa, se sentía mal, ¿por qué dolía tanto?

-Los hombres son tontos. -Se decía en voz baja y es que sí, Alonso era gay. Su abuela y hermanos lo sabían, pero sus padres no.

Vamos, los padres de Alonso siempre estaban ocupados. Por esa razón se quedaron viviendo todos con la abuela, los padres de Alonso sólo llegaban a dormir.

-¿Por qué nadie me puede tomar en serio? -Dijo ahora un poco más fuerte.

-Aún no has encontrado al correcto, pero calma que llegará. -Escuchó como su abuela se acercaba poco a poco hasta el sillón en donde estaba.

-Ya no va a llegar. -Agachó la cabeza y miró sus tenis.

-Eres muy pequeño todavía, no digas esas cosas que, tienes mucho por vivir. -Le abrazó por los hombros. 

-Uhm, estoy mal.

-Sé de algo que te hará sentir bien, de hecho, venía a decirte eso. -Deshizo el abrazo.

-¿Qué? -Levantó la vista.

-Hice galletas de las que más te gustan, baja para que comas algunas. -Sin más, se levantó y salió de la habitación.