Capítulo 49 | Pequeña Michi

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Mis ojos comenzaron a abrirse lentamente, algo dentro de mi no quería levantarse. Asi que volteé mi cuerpo quedando boca arriba.

La luz empezó a molestarme más en los ojos, finalmente los abrí. Se me había quedado la persiana abierta, genial.

Miré hacia todos lados y mi habitación era un caos, lo único que quería hacer era dormir. Maldecí internamente por ser tan desordenada.

Llevé mis manos a mi cara restregandola e intentando quitarme un poco el sueño, pero era imposible. Ni siquiera se porque me sentía tan cansada, no es como si hubiéramos llegado tan tarde tampoco, se supone que he estado durmiendo bien últimamente.

Busqué mi celular en el desorden que era mi cama, al no encontrarlo miré hacia el suelo y ahí se encontraba el maldito celular que llevaba buscando como por cinco minutos. Lo prendí y vi la hora como para hacerme una idea de cuando había dormido.

-¿¡LAS 1:30!? -exclamé al ver la hora, definitivamente habia dormido más de 8 horas, soy una maldita perezosa. Algún día me va a dar algo por dormir tanto, y después me va a dar algo por dormir tan poco, en fin la hipocresía.

Me levanté terminando de abrir la persiana, la luz hizo despertarme y ver con mejor claridad el desastre que era mi habitación. Mientras miraba a la nada arrugue mis cejas y miré mi ropa, fuck, no me puse ni pijama. Estaba con la sudadera y el pantalón que llevaba puesto ayer, menos mal era de los cómodos.

Me dirigí directo al baño para tomar una relajante y larga ducha para así despertarme de una buena vez, una vez al salir saqué literal cualquier cosa para ir a comer porque mi estomago pedía a gritos alimentos.

Fui directo hacia la cocina, abrí el refrigerador encontrándo la mitad de éste vacío.

-¿¡Quién mierda se comió mis cosas, weón!?

Le hablé a la nada, de hecho a Oliver que vivía conmigo y robaba mis cosas de vez en cuando, también volaba y escupía fuego, y lo veía cuando estaba drogada... Ah esperen, no me drogo.
Si hay veces que ni yo se lo cagada que estoy.

-Puta la wea voy a tener que salir a comprar, weón -reclame en el tono más chileno que se pueden imaginar -Será, a comer con lo que hay.

Después de cinco minutos mirando al refrigerador casi vacío, saqué los últimos waffles congelados que quedaban y aproveché las naranjas apunto de pudrirse que se encontraban en el refrigerador para hacerme un zumito.

Mientras desayunaba/almorazaba miraba mi celular, no me paraban de llegar notificaciones de todas partes. Distintas noticias, fotos, videos decían nuestros nombres, lo que habíamos hecho y como eso había llegado a todo el mundo. A pesar de llevar tanto tiempo aquí todavia no me acostumbro a esto.

Cuando ya estaban apunto de ser las 3 decidí pararme de la mesa y dignarme a hacer algo productivo con mi vida.

Lavé lo que ensucié, si lavé los trastes... Eso es extraño en mi. Y comencé a ordenar un poco el desastre de habitación que tenía, deshice la maleta, y eché un montón de ropa a la cosa que tenía donde metía mi rosa sucia (era un canasto largo).

Mierda, también debía lavar la ropa. Agh, otra cosa más para la lista. Pero es necesario, hace meses que tengo ropa acumulada.

Luego de un largo rato decidí que sería bueno salir dentro de unos minutos al super, pero primero pasar por el parque y grabar algo. No había hecho una despedida para el vlog, así que mi mente de ardilla dijo que hiciera la despedida aquí en el parque y luego lo editara.

Pan comido, dos pajaros de un tiro.

Como afuera hacía un frío infernal, me coloqué como 2 suéteres debajo de la sudadera para salir. Me coloqué unas zapatillas e hice una mochilita con mis cosas.

Ξ 𝙳 𝚁 𝙴 𝙰 𝙼 𝚂 ΞDonde viven las historias. Descúbrelo ahora