After the dark. (Harry Styles spanish)

Capítulo 2.

Dieron las 21:30h y Harry aún no había aparecido.

"Será impresentable, encima que me da por saco para que venga coge y no se presenta" repetía en mi mente una y otra vez.

Cuando me dí media vuelta hacia el muelle le ví llegar a trote desde el otro lado de la calle.

     -Ya era hora. -le dije mientras se acercaba a mi.

     -Lo siento, me entretuve cogiendo esto para tí. -sacó una bonita rosa de               detrás de él.

     -Gracias. -cogí la rosa con dureza- Acabemos esto cuanto antes.

Harry me llevó a una pequeña fería que había aquella semana en el muelle.

     

     -Venga, prueba tu. -me dijo mientras sostenía una pelota en uno de los puestos para ganar peluchitos.

     -No gracias, soy muy patosa con estas cosas. -reí- Además, estas cosas son un timo, no ves que las latas de abajo no se mueven porque tienen imánes.

     -Vamos aburrida, ¿qué pierdes por tirar una pelotita? -rió mientras me la ofrecía.

Acabé resignandome y tirando la maldita pelotita y, para sorpresa, solo se derribó una de lo más alto.

   

     -Ves, te lo dije.

     -Si crees que no puedes, entonces nunca lo derribarás. -seguidamente tiró aquella pelota la cuál derribó todas las latas de aquel estante- Ves, te lo dije. -rió.

     -¡Enorabuena! Puedes elegir entre todos esos peluches. -dijo el hombre del puestecillo señalando a unos grandes que había colgados.

    -¿Cuál quieres? -dijo Harry volteandome hacia mí.

    -Ah no gracias, tu lo ganastes. -reí.

     -Si, pero para tí.

Tras unos segundos de espera Harry elegió la tortuga, la cuál me tocó a mí cargar con ella toda la noche.

Seguidamente, fuimos al puesto de algodones de azucar y el idiota acabó con toda la cara rosa.

     -¡HARRY NO, PARA, QUE NOS CAEMOS! -le pedí desesperadamente- ¡DEJA YA DE MOVER ESTO!

     -La noria no se va a romper. -reí mientras seguía moviendo nuestro compartimento.

     -HARRY, QUE ESTAMOS EN LA PARTE MÁS ALTA. QUE TENGO MIEDO, NO ME GUSTAN LAS ALTURAS JODER.

     -Tranquila, si pasa algo yo te protegeré. 

     -NO DIGAS TONTERÍAS, SI ESTO SE CAE NOS CAEMOS LOS DOS.

Cuando por fín paró la noria salí de allí como alma que lleva el diablo.

     -No vuelvo a subirme en una cosa de esas contigo nunca. -le miré enfadada.

     -¿Me estás pidiendo otra cita? -en sus labios mostró una sonrisa burlona.

     -No empiezes con tus paranoyas. -reí mientras comenzaba andar para delante.

     -Si, -comenzó a a andar a mi lado- si has dicho eso es porque pensabas repetir esto otra vez.