Capitulo 5.

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Los rayos de Sol traspasaban la verde cortina de la habitación. Podía incluso, escuchar el sonido de los pajaros cantando en el jardín. Me dí la vuelta bruscamente en busca de Harry, pero ya no estaba. Aún con su olor en las sábanas de la cama comenzé a recordar la noche anterior, él me habia salvado.

Ya sentada en el borde de la cama comencé a estirarme, para posteriormente calzar los zapatos que anoche había dejado rociados por el cuarto. Abrí la puerta, recorriendo el pasillo hasta llegar a la cocina para encontrarme finalmente allí a Harry. 

    -¿Qué haces? -reí mientras entraba en la cocina, él solo sonrió ante el sonido de mi voz.

    -El desayuno. -respondió mientras portaba una bandeja con dos cafés y un par de tostadas con margarina.

    -Dios mio Harry.. -dije acercandome a él- Tienes la herida horrible.

    -No es nada. -sonrió mostrando aquellos hoyuelos.

    -Ven, -le ordené agarrándole de la mano derecha y arrastrándole por el pasillo hasta el cuarto de baño- teníamos que haber curado eso anoche. Sientate.

Harry, sin mediar palabra, se sentó encima de la tapadera del retrete con aquella sonrisa burlona tan suya. Agarré unos algodones y agua oxígenada de la estánteria y me acerqué hacia él. Harry separó sus piernas para dejarme espacio y, justo enfrente de él, comencé a currarle. Era tan alto, que pese a que él estuviese sentado, su cabeza se ajustaba a la altura de mi pecho.

Ante el primer roce del algodón reacionó cogiendo mis piernas por detrás y encogiendo la cara. Harry quería parecer duro, impenetable, pero en realidad solo era adorable. Aquel físico fuerte, con aquella mirada oscura, no era más que una fachada de protección. Debajo de todo aquello era solo ternura.

    -Pensé que te habías ido. -susurré.

    -Nunca me iré. -su sonrisa me hizo enrojecer.

Lo dicho, solo ternura.

    -¿Quién era aquel de anoche? -su voz resonó en toda la habitación.

    -Liam. -volví a mojar el algodón- Aquel chico del que te hablé.

    -¿Tu exnovio? 

    -Si.

Pude notar como la cara de Harry cambiaba. Aquella oscuridad en sus ojos volvía a asomar, mientras fruncia el ceño.

    -¿Te había hecho esto antes? -su voz se volvió más ruda.

    -No. -paré de intentar curar su labio- Pero no importa.

*Punto de vista de Harry*

Bel era tan inofensiva, tan dulce, que hasta a las personas que le hicieron daño no las odia. 

    -Si que importa Bel. -cogí su delicada mano.

    -Solo no quiero hablar más de ello, Harry. -bajó la mirada

    -Si te vuelven a tocar, a decir cuálquier mísera cosa, o ves que ese o alguno de su entorno se cruza por tu camino, solo llámame y estaré ahí enseguida. -caricié aquella rosada mejilla mientras ella sonreía- No dejaré que te pase nada, nunca.

After the dark. (Harry Styles spanish)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora