REACCIÓN |11

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CAPITULO 11

REACCIÓN.

Faith.

— Porque y mil veces porque...—susurro muy bajo — ¿Por qué me pasa esto contigo ah?, te juro que a veces me dan ganas de mandarte bien lejos de mi vida y otras veces me dan ganas de tenerte bien cerquita... Así como ahora, poder tocar tu cara, tus ojos... Poder besarte... Así como ahora por ejemplo — acerco muy despacio mi cara y le doy un ligero beso, Emiliano se remueve un poco pero no se despierta.

— Muero por saber qué es lo que pasa por tu cabeza, te conozco y muchas veces se que no has sido sincero conmigo... Lo puedo presentir. Y a veces lo dejo así, no quisiera preguntar más allá de lo que pueda saber. No lo niego me puede la curiosidad pero respeto tu espacio.

Sonrió al ver que esta él está sonriendo dormido se me hace una mueca tierna. Acarició su cabello, Mi chico... prepotente.

— Anda que yo sé que en ese corazón frío, duro... — toco su pecho con mi dedo — existe amor y ternura. Solo estás dolido y no te permites am....

— ¡Nooo, déjala... Hijo de put*! ¡Déjala!... ¡Ella no! — Empieza a gritar dormido.

— Emiliano... Emiliano — lo muevo intentando despertarlo. Sus gritos me ponen nerviosa lo vuelvo a llamar pero no reacciona, ciertamente una vez el me comentó que tenía unas pesadillas referente a lo que había presenciado.

— ¡Nooooo! — grita muy fuerte, me levanto y voy al baño tomo una bandeja y la lleno de agua, regreso a la cama y respirando muy rápido y sin medir las consecuencias se la lanzo en la cara.

— ¡Emiliano despierta! — grito al mismo tiempo que la lanzo. Pero como dije no pensé las consecuencias, y lo que recibí a cambio fue un golpe que me llevó a parar al piso.

— Joder... Faith. — Emiliano me ayudó a levantarme. — ¡Estás loca! — Medio grito — ¿Que te he dicho de despertarme así? Tengo auto reflejo y reacciono a golpes, y mucho peor si me despiertan así.

Bufo.

— ¿Que querías que hiciera? Estabas gritando...

— Maldición — susurra bajo.

— ¿Aún sigues teniendo pesadillas? — me siento en la cama a un lado de él.

El restriega su cara un poco ofuscado pero no dice nada. Entiendo su silencio... De pronto me mira y abre los ojos sorprendido. Alzo una ceja.

— ¿Qué hacemos aquí? — se mira la ropa y suspira aliviado.

Sonrió internamente ¿que habrá pensado?

— ¿No recuerdas nada?... ¿El bar?... ¿Alcohol?

Niega.

— Bueno si, recuerdo que tome un poco, luego que me sentí un poco mal y luego... No, ya no recuerdo.

Bufo y pongo los ojos en blanco.

¿Será cierto eso de que los borrachos no se acuerdan lo que hacen?

Yo lo tengo en duda.

— Te contaré como fue que vinimos a dar a tu Apartamento. — lo que vi le hacías a esa chica no te contare obviamente si de solo recordarlo me dan celos — Todo empezó a las...

— Al grano, Faith — pide molesto.

Vuelvo a poner los ojos en blanco.

— Señor sin paciencia, todo con calma.

Varias horas atrás.

— Idiota — caminaba de un lado a otro, quería tranquilizarme pero no podía, sentía la sangre hervir. No media mis palabras, tengo que mejorar en ese aspecto. El siempre sacaba lo peor.

— ¿Cómo, cuándo y por qué me vine a enamorar de ti? — continuaba hablando sola, cualquiera diría que estoy loca y bueno si lo estoy...

— ¡Faith! ¡Chiquilla loca ¿dónde estás?! ¡¿FAITH?!

— ¡¿QUE DIABLOS TE PASA?! ¡¿POR QUE GRITAS?! — Respondo muy molesta. Estaba a solo unos pasos de pegarle un puñete. Calma Faith... Calma.

— Ey pequeña, aquí estas — responde ahora muy animado. Se acerca y me abraza.

— Apártate que apestas a alcohol — hago fuerza y trato de alejarme. Me quejo.

— Porque me apartas no ves que tu hueles rico — me abraza más fuerte y siento que me está faltando el aire.

— Emiliano...

No aguanto más e hinco su costilla, él se aleja y de la nada empieza a reír. Será loco. Tiene una risa tan contagiosa que de pronto olvide porque estaba molesta y rio con él.

— Faith...— paro de reír un poco y lo miro, Emiliano ya no está riendo ahora está pálido y como si quisiera desmayarse me dice...— Faith no me estoy sintiendo bien... Faith... Ayúdame.

Se desplomó justo en mis brazos. Gritando pido ayuda, un par de chicos que estaban en la otra esquina vienen ayudarme.

— ¿Me pueden llamar un taxi? Por favor.

Uno de ellos asiente y saca su celular.

¿Será de llevarlo a emergencias?

No ni pensarlo.

Lo llevaré a su casa y en el camino le puedo hablar a mi papá haber que me dice y que le puedo dar o hacer.

Sí, esa me resulta mejor idea.

El taxi llegó enseguida y así mismo los chicos me ayudaron a subirlo, doy las gracias y le paso la dirección al taxista y emprende viaje.

Saco mi celular del bolso le dejó un mensaje a Nora. Y procedo a llamarle a mi papá.

Estoy segura que se me arma esta noche.

Timbro dos veces y no me coge el cel. Verifico la hora y... ¡Diablos que tarde! ¿Cuándo se me pasó la hora?

Trato de recordar lo que hacía mi padre en casos como estos, a Emiliano obviamente no es la primera vez que le pasa. No recuerdo muy bien pero le intentaré dando una pastilla y agua. Ojalá despierte.

Llegamos a su Apartamento y le pido al portero que me ayude a subirlo. El muy amable asiente.

Me cae bien.

Lo manoseo un poco tratando de encontrar sus llaves pero... oye que durito se sienten esas piernas.

Sonrío.

Una vez dentro y en su cama el portero se va, le saco los zapatos, sus medias y suelto el botón del pantalón. Voy por agua y una pastilla, intento despertarlo pero no reacciona. Lo intento un poco más y abre ligeramente la boca, introduzco la pastilla y logró tome un poco de agua.

Así me siento más relajada.

Saco mi brazier y me recuesto a un lado de la cama.

Lo miró fijamente y me parece muy tierno mirarlo así aunque todo en él es tierno.

Muy tierno.

Ahora entiendo por qué me encanta. 

💞💞💞



Confuso Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora