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Desperté gracias a que mi madre entró a mi habitación con la única intención de hacerme despertar de mi muy cómodo sueño. Me despertó no su voz tan fuerte repitiendo una y otra vez que ya era tarde sino la cama moviéndose descontrolada como si de un temblor se tratase. Ay como te amo mamá.
Me levanté con muchas ganas luego de maravillosa manera de despertar. Cepillé mi cabello luego de la ducha, hasta ducharme en ese baño me trajo varios recuerdos; bajé al comedor y mamá me obligó a comer un desayuno nutritivo.

—Mamá, es en serio, yo puedo ir sola. No es necesario que me acompañes.

—Tonterías, yo voy contigo.

¿Quien puede discutir contra tu madre y ganar? Para que me de algunos consejos de como hacerlo.

Llegar al lugar nos llevó menos de treinta y cinco minutos. Al llegar a la clínica esperamos aproximadamente dos minutos para entrar a mi ¿Chequeo? O más bien consulta creo. Desde hace mucho tiempo ya estoy muy sana físicamente como para necesitar ir al médico pero tengo que ir.
Mi madre entró conmigo a con la doctora Fields.

—¿Cómo has estado Elizabeth?— preguntó la mujer detrás del escritorio mirándome fijamente.

—Eeh bien.

—Según sé has estado bajo estrés por el trabajo y por no tener donde vivir— dijo mi madre, gracias por dejarme como mentirosa.

—Si bueno, quizá un poco— admiti un poco incómoda.

—¿Haces ejercicio?— pregunto ella con una cara seria. Cara de doctor le llamo.

—Cuando puedo pero no olvidó hacerlo.

—¿Haces ejercicio? La última vez dijiste que no era lo tuyo.

—Noo— negué.

—Si. Esa vez que con la liga te diste en la va...

—¡Ok, no lo hago muy a menudo!

La doctora me seguía mirando.

—¿Comes saludable?

—Siempre.

—No doctora no lo hace, siempre come de esa comida de las calles. Siempre que va a casa le hago su comida tan saludable como puedo.

Voltee a ver a mamá con mirada molesta. Me hace ver como una perfecta mentirosa, o sea si son mentiras pero no tiene porque hacerme quedar mal.

—¿Te sientes bien?— preguntó la doctora viéndome fijamente como buscando alguna expresión que diga que no estoy nada bien.

Pero eso es una gran incógnita, ¿Estoy bien?

—Por supuesto doctora— dije sonriendo.

—Entonces sólo te haremos el chequeo de rutina y tendrás que venir— miró su agenda— el siguiente mes.

—Me parece excelente.

—¿Y usted Alice, como está?— preguntó la doctora viendo a mi mamá.

—Pues los somniferos no funcionan, no puedo dormir. Nunca puedo hacerlo— dijo cabizbaja— ¿No tendrá algo que me ayude con ese problema?

—Señora, le hemos brindado todo medicamento efectivo contra el insomnio y no ha resultado. Creo que sería útil unirse a algún club y contar sus experiencias.

Mi madre asintió a la recomendación antes dada de la doctora. Y como de costumbre los exámenes y el chequeo fue rutinario y hasta aburrido. Salimos de ahí y mi madre y yo pasamos por un supermercado antes de ir a la casa ya saben la comida de celebración.

Mira arriba °Robert Downey Jr°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora