Capitulo VI

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Pude sentir como en mis ojos pegaba la luz del sol que entraba por una ventana. De momento me removí en la cama, mamá no había venido a despertarme, cosa que hacía cuando se me hacía tarde. Un presentimiento me decía que pasaba de la hora en la cual debía ir al colegio. Me pareció extraño pero no le tome importancia .

—¿No piensas pararte de la cama o esperas que yo lo haga?—Me senté tan rápido como pude al escuchar una voz masculina. Un chico vestido con un traje estaba sentado frente sobre un escritorio pequeño que se encontraba frente a la cama. Se levantó y caminó hasta donde yo me encontraba acostada.

—¿Cómo llegué aquí?—Dije haciéndome hacia atrás, de momento sentí como mi cabeza me dolía, no recordaba nada de lo que paso la noche anterior, coloque una mano en mi frente porque la punzada que sentía era muy dolorosa; mientras él se acomodaba en una silla que estaba junto a la cama.

—Te desmayaste después de lo que pasó en la casa de esa chica.— Descansó sus codos en sus rodillas sin quitarme la mirada de encima. Era muy intimidante la forma en que posaba sus ojos en mi. No entendía a qué se refería, ¿de qué chica estaba hablando? Todo esto me daba mala espina, especialmente porque en esta ocasión ya no estaba en un hospital sino en la recámara de un desconocido.

—No sé a qué te refieres.—Intente no mover mis ojos ante los suyos pero no pude hacerlo. Giré mi cabeza para poder enfocarme en lo que iba hacer, tomé un respiro profundo y me di la vuelta para poder pararme. Tal vez no recuerde lo que sucedió, pero debió haber sido realmente malo para que el me terminará ayudando.

—Realmente no sé qué sucedió, pero te agradezco que me hayas traído hasta acá.—Le di una sonrisa sin despegar mis labios y me dirigí a la puerta, lo que menos quería era causar más problemas de lo que ya había hecho.Cuando la estaba abriendo se cerró.

—Tengo que hablar contigo.—Su mano estaba deteniendo la puerta para impedir que yo saliera. Me tensé un poco al ver que sus venas se marcaban intensamente ¿Eso es posible?

—Te invito a que tomes asiento otra vez, para poder charlar más a gusto.—Su voz se escuchó muy cerca de mi oído, ahora mis nervios estaban al tope, tener a una persona que no conoces tan cerca de ti muy intimidante y ahora agregando que es un chico y por si no fuera poco también un vampiro. Su brazo me indicaba que regresara a donde estaba.

—Mira, en primer lugar quiero presentarme contigo. Quizás esta no sea la mejor forma pero en mi mundo... nuestro mundo, es difícil encontrar coherencia a este tipo de situaciones.—No se movía de la puerta. Asentí a todo lo que me dijo y mantuve mi cabeza agachada, supuse que no se quería quitar de ahí porque sabía que saldría corriendo, cosa que si planeaba hacer.

—Me llamo Elías Laurent. Supongo que por la adrenalina de ayer no recuerdas gran parte de lo que pasó, pero te repito, aunque no recuerdes nada, lo que pasó fue que tu hambre te sobrepasó y te llevó al límite, posiblemente te estuviste mal pasando o no comías como debía de ser. El chiste es que casi asesinas a una chica y a su novio, después saliste corriendo a un bosque y te tuve que desmayar para que no te alteraras más de lo que ya estabas.—Pasó una mano por su cabello, soltó un suspiro y se recargó en la pared. Todo lo que dijo lo intenté procesar bien a como lo decía, ¿yo hice eso? Lo único que tenia en mi mente esos momentos fue hasta que llegue con Camila y la vi con un chico en la sala de su casa, hasta ahí llegaba mi memoria.

—¿Sabes lo que eres, verdad? .— Seguía sin despegarse de mi, y sentía su voz rozar con mi oreja.

—Creo que si.—

—Entonces estás consciente que es peligroso que hagas ese tipo de acciones como las que pasaron, ¿no es así? .— Finalmente se apartó y caminó hasta quedar a unos cuantos pasos cerca de mi.

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2020 ⏰

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