Sangre Inocente #1

Capítulo V

¡Hola! Quiero aclarar que algunas escenas no estaré especificando si Alejandra hace las cosas demasiado rápido porque siento que seria muy repetitivo tanto para mi, como para ustedes. En especifico la escenas se las voy a indicar con negritas :).

Después del colegio Marc había ofrecido llevarme a casa pero yo me negué, estaba comprobando que me convertí en algo que jamás imagine que existiera. Decidí ir sola ya que pasaría a un bosque-parque para hacer otro tipo de prueba.

Me adentré poco a poco a ese lugar. Al inicio de este había algunas personas caminando o pasando el rato, pero conforme más me adentraba iban disminuyendo. Dejé de avanzar cuando estuve a una distancia prudente de todas esa gente; bajé mi mochila y la recargue en un árbol.

Iba a correr, pero no sabía como hacerlo, ¿se activaría sola la súper velocidad? Recogí mi cabello en una coleta (la cual se veía sumamente ridícula pues mi cabello es demasiado corto), acomodé mi ropa y comencé a correr hacia la profundidad del bosque.

No había ningún cambio, no estaba esa rapidez que yo esperaba. Fruncí el ceño, no me daría por vencida. Nuevamente ajusté mi playera y falda, corrí y cerré los ojos. Cuando los abrí me di cuenta que había recorrido una distancia de casi 4km, pero no me di cuenta, yo sentía que corría lento pero no era así, solamente que yo no veía diferencia.

Dios, esto es...tan diferente.

...

Finalmente la noche había llegado, no había pasado mucho desde que me había ido a dormir. Miré el reloj, eran las 2:36 am. Cogí de mi armario una playera básica negra, unos jeans, mis tenis y por último una sudadera del mismo color que la camisa. No saldría por la puerta, así que decidí salir por la ventana. Afuera la brisa nocturna golpeaba mi rostro, probablemente si esto hubiera sucedido antes, hubiese estado ya teniendo frió. Era extraño no sentir ninguna sensación del clima.

Inhalé profundo y comencé a caminar. Sabía dónde quedaba la casa de Camila ya que no estaba muy retirada de la mía, eran aproximadamente cuatro cuadras así que no le vi mucho sentido salir corriendo.

Al llegar a su calle, vi desde lejos que su casa tenía todas las luces prendidas, pero no estaba el auto de sus padres.

No está sola.

Esta vez me apresuré a su casa y llegué a la puerta trasera de esta. Desde la ventana miré que había un chico con ella en la cocina. Él la tenía agarrada de la cadera y estaban frotándose entre entre ellos. Camila lo besaba con mucho deseo mientras que él poco a poco dirigía una de sus manos al área sensible entre sus piernas y con la otra le apretaba el trasero. Puedo jurar que escuchaba los gemidos provenientes de su bocas.

Que asco.

En lo que ellos estaban en sus asuntos yo tenía que pensar por donde iba a entrar. Eché un vistazo a la parte de arriba, ¡Bingo!

Visualicé un balcón el cual tenía la puerta abierta, bien podía entrar por ahí pero el chiste era cómo. A mi lado derecho se encontraba una escalera de seguridad, de esas que se ocupan como cuando hay un incendio o algo por ese estilo. Subí de manera lenta ya que no quería que me escuchasen, aunque dudaba mucho que hicieran caso a un ruido en estos instantes, a lo que yo vi estaban muy ocupados.

Antes de entrar a la habitación me cercioré que no se encontrara nadie allí adentro. Salté el pequeño barandal e ingrese lentamente, miré a mi alrededor y era como un tipo despacho donde me encontraba, supuse que era de uno de los padres de esta chica.

Escuche ruido, el cual deduje era de la parte de abajo, en especial porque eran gritos de placer de una chica. Lo más seguro es que ya estuvieran teniendo sexo en la sala o en la cocina.