La vida a tu lado parece más sencilla, pero no lo es.

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Quería hacer una pequeña advertencia y decir algunas cosas rápidas.

Wattpad no me deja etiquetar de manera adecuada el contenido y creo que es necesario mencionar que esta historia está destinada a adultos jóvenes, tratará temas sensibles y portará contenido maduro.

La historia se centra en la época canónica de la serie, no quiero mover demasiado las cosas solo hacerla de una forma "realista" a los condicionamientos sociales de esa época.

Gracias a todos los que leen esto, solo soy alguien que aprecia mucho el ship Cassunzel y creo que merece más historias que contar.
No es necesario que voten mis historias, yo las continuaré de todos modos.

Dejaré algunas notas al final de los capítulos

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El amanecer dejaba ver lo más hermoso del mundo, un mundo donde Rapunzel sonreía contenta y agradecida por todo lo que había pasado en su vida, los alrededores eran mágicos, los árboles, los animales del bosque, todo parecía tan hermoso cuando se fijaba en los detalles del mundo real.
Pero claro, todavía había cosas por resolver en su cómoda vida.
La princesa de Corona podía sentir la brisa del viento helado chocar contra su rostro, galopar a caballo era una experiencia tan nueva y emocionante, a Rapunzel siempre le gustaron las nuevas experiencias y una carrera al castillo junto a Cassandra no era la excepción.

Cassandra... Rapunzel recordaba bien su nombre, era una doncella del castillo que le fue asignada pero además también era una excelente guerrera y amiga. Tal vez al principio tuvieron dificultades para comprenderse, la personalidad alegre y feliz de Rapunzel chocaba contra la seria y reservada doncella, pero una vez permitieron conocerse se hicieron inseparables y confidentes amigas.
La experiencia de tener a alguien con quién reír, hablar o pasar el rato era maravillosa, era un tipo de relación diferente a la de Eugene y para la princesa conocer a otra mujer con tal carácter era nuevo y llevadero.

Compartir el mundo con la peculiar guerrera era interesante, pasó de una monótona rutina a toda una aventura, Cassandra le hizo prometer que jamás revelarían lo que hacían en sus tiempos libres, sus actividades iban desde montar a caballo, practicar con armas, pasar un rato agradable en las afueras de Corona, comer algún bocadillo y por supuesto escabullirse del castillo, pasando las madrugadas contemplando los hermosos amaneceres coronianos en las afueras.
La mayoría de estas actividades estaban prohibidas para las mujeres, pero a Rapunzel jamás le importó, ella no podía ser castigada por los guardias, solo su padre el rey de Corona podía ejercer algún tipo de castigo, cosa la cual evitaba a toda costa inclusive si eso significaba romper con las tradiciones y reglas, Rapunzel era su hija y después de 18 años de ausencia detestaría el tener que castigar su curiosidad.
En cambio Cassandra no era tan afortunada. Para ella no había protección, el castigo era la única opción que tenía cuando rompía las reglas, pero la doncella estaba dispuesta a afrontar las consecuencias mientras Rapunzel fuera feliz.

¿Quién lo diría?, La alguna vez privilegiada guerrera, disciplinada y fuerte, aquella mujer hija del capitán de la guardia, fiel seguidora y devota de las leyes Coronianas ahora conocida por su rebeldía y desinterés a la hora de seguir las reglas, y ¿todo por qué?, Por una princesa, por su mejor amiga.
Rapunzel le había costado el poco respeto que tenía pero eso no importaba, inclusive cuando se le presentó la oportunidad de ser una reconocida guerrera en el reino de Ingvarr con un futuro más que prometedor Cass eligió su amistad por encima.
Porque Cassandra jamás había hecho una amiga en su vida y no quería perder esa experiencia que si bien era estresante también era maravillosa.

El relinchar de su caballo la delató, Cassandra se aproximaba a la princesa con rapidez, cierto era que la chica podía llegar a ser bastante competitiva y más aún si de una carrera de caballos de trataba

La Princesa y la DoncellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora