Tentación y Pecado

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El corazón de Cassandra latía con intensidad, podía sentir la pulsación y ritmo, era tan agresivo que juraría, saldría de su pecho.
Observó directamente la amenaza que tenía en frente, un pobre desgraciado le apuntaba con la espada, amenazando su vida.
"Rapunzel" inmediatamente recordó a la princesa, el dolor quedó en segundo plano cuando la preocupación por la rubia llegó, jamás dejaría que algo le pasara.

"¡Mira lo que encontré!" Llamó uno de los 2 asaltantes, aquel que había estado observándolas desde la lejanía, tomó el brazo de Rapunzel y con brusquedad la jaló hacia sí. "Creo que es nuestra noche de suerte" murmuraba atrevido depositando un beso en el pómulo de la princesa. "Vamos a divertirnos con estas dos..." El repudio gobernó el semblante de Rapunzel.

"Quítale tus asquerosas manos de encima" ordenó Cassandra, ver cómo ese sujeto tocaba a Rapunzel la llenaba de ira.

Un golpe directo a su estómago la dejo sin aire. "Cállate" con desprecio aquel ladrón presionó el abdomen de la guerrera manteniendo su pie para que no pudiera moverse.
Pero aún con todo el dolor que sentía había algo que estaba mucho más allá, tal vez Cassandra podía llegar a parecer débil pero no lo era, en absoluto. Con esfuerzo Cass pudo alcanzar la daga oculta entre su bota y rápidamente la clavó en el pie de su captor.
Un grito desgarrador salió de entre la garganta del hombre inmundo, la daga había penetrado por completo su bota y por consecuencia su carne llenándolo de dolor.
Inmediatamente Cass dejó de sentir el peso sobre su abdomen se levantó y con astucia se dirigió al captor de Rapunzel golpeándolo tan fuerte como pudo, derribandolo.

Con ambos bandidos ahora en el piso era la oportunidad perfecta para huir, Rapunzel tomó la mano de Cassandra y la guió.
Pero no iba a ser tan fácil, el sujeto en el suelo se abalanzó y empujó a Cass por la espalda baja llevándola al suelo.
"Pagarás por esto perra" Sus palabras escapaban con rabia.

Apenas llegó el suelo la joven pudo ver como el otro infeliz recobraba las fuerzas, una herida en el pie no podía detenerlo por demasiado tiempo y la princesa era su prioridad incluso por encima de la suya.

"¡Corre Rapunzel!" gritó con miedo en sus palabras. "¡Corre, ahora!"

Y el conflicto llegó, la princesa no estaba completamente segura, jamás había experimentado una situación similar y el miedo invadió todo su cuerpo, la mente comenzaba a nublarse y cuando vio al bandido acercarse a ella decidió dar la vuelta y correr tan rápido como le fuera posible.
Un suspiro pesado se escapó de los labios de Cassandra, el destino se había apiadado de la princesa, aquel hombre gordo y grande intentó detenerla pero no lo logró, con un pie en la miseria y un dolor agotador le era imposible perseguir a a la princesa.
Sin embargo pudo ponerse de pie, caminando lentamente hacia ella con furia en sus ojos. Su compañero también se levantó y limpió la tierra de sus ropas con repudio.

"Ni para satisfacernos vas a servir después de lo que haremos contigo..." El brillo de la espada y el sonido del metal al desenfundarse delató el objeto punzante entre las manos del desgraciado.

Un miedo y temor se comenzó a generar desde lo más profundo, la adrenalina comenzaba a fluir, si Cassandra iba a morir entonces moriría peleando, mientras Rapunzel estuviera bien ella se mantendría firme, no le importaba enfrentarse a esos dos sujetos para que la rubia pudiera escapar, aún si eso significaba morir.

Rapunzel corría desesperada y asustada por los campos verdes, buscaba con impotencia a su corcel, podía sentir cómo la boca le temblaba y su mente se bloqueaba, repetía la misma escena en su cabeza una y otra vez, no podía dejar de pensar en que había sido un error el dejar a Cassandra y quería encontrar ayuda lo más rápido posible.
Algunas veces el miedo vencía, la princesa chocaba contra los árboles y en algunas ocasiones se tropezaba con las rocas y ramas del suelo, la admiración y alegría por los bosques se había perdido. Los segundos pasaban y Rapunzel no podía encontrar su caballo, lo llamó pero no respondió,
Cuando iba a comenzar a correr hacia el castillo escuchó el relinchar del animal, muy cerca de los alrededores.
Apenas percibió el sonido Rapunzel se dirigió con esperanza, cruzó un par de árboles más que estaban por su camino y cuando estaba cerca del sendero principal pudo observar una luz que poco a poco se hacía más grande.
Con su último aliento comenzó a pedir ayuda. "¡Hey, hey por aquí!" gritó en repetidas ocasiones.

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⏰ Última actualización: May 31, 2020 ⏰

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