Acorralada.

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— La verdad es que ella ha robado y…—interrumpí a Niall fulminándolo con la mirada.  


¡Él me hartaba! Un chico preguntó por mí y él le tenía que decir su maldita mentira.


— No me hagas eso—demandó, hizo énfasis en cada palabra.

— ¡Entonces no dejes mi dignidad por los pisos! —le exclamé.

— Tú sola lo hiciste—gruñó.

— No, tú mentiste.

— No—contraatacó, dándole un punto final.


Me cuestioné sobre si hasta él se había creído aquella mentira ilógica.


Negué suavemente con la cabeza y seguí arreglando los CD’S mientras escuchaba como Niall le hablaba descaradamente mal de mí a aquel chico. Cerré los ojos tratando de buscar la tranquilidad ausente. Pensé en que debería haber nacido con el don de la paciencia, pero lamentablemente, no lo había hecho.


Cherry no iba a encontrarse en el edificio hoy. Había conocido a una chica en un café cercano, donde se hicieron buenas amigas. Cada uno estaba haciendo su vida aquí, alejándose de Vermont, pero tenía un mal presentimiento de todo esto.


No tenía una idea en qué se estaba adentrando Dean, pero suponía que por su nerviosismo y sus malas mentiras, se estaba metiendo en algo malo. Intuición, tal vez.


Me tomaron por la espalda violentamente, ocasionando que ahogue un grito.


Niall estaba parado frente a mí, su humor variaba entre el malo. Pero no me contuve con mi mal comportamiento.


— ¿Qué quieres? —le espeté, mordiendo el interior de mi mejilla para no soltar alguna sandez.


Repentinamente, había echado todos los CD’S que me habían costado organizar al piso. Los CD’S resonaron en cuanto cayeron con fuerza, la envoltura de plástico incluso se rompió en algunos.


— ¡¿Qué has hecho?! —exclamé, abruptamente. Había tardado dos horas arreglándolos para que él los venga a tirar.

— Tendrás que pagar por eso—mencionó, fingiendo inocencia.

Una idea tentadora, pero a la vez, escalofriante viajó por mi mente. Quizá si le pedía piedad a las rodillas de Niall, él podría ver mi arrepentimiento de lo que jamás cometí y por fin soltarme de las cadenas en las que me tenía amarrada. Pero de ningún modo sería capaz de aquello.

-

Los gritos se hicieron profundos. Mi pecho se apretó fuertemente, honorando la pesadilla que yacía provocada en mi cabeza. Me levanté de un salto, sobresaltada y sudada. En cuanto me hube tranquilizado del llanto, froté mis sienes suavemente, tratando de calmar mis hipidos.

Jamás me había zampado una pesadilla tan tétrica como aquella. Ni siquiera recordaba un poco, pero de modo que, era consciente de que había sucedido algo terrible en mi mente. Lo veía nublado y borroso, como si no pudiera recordar. De todas formas, al final, me eché en mi cama nuevamente y me intenté convencer a mí misma que todo había sido un mal sueño.


Al otro día, mientras nos preparábamos el desayuno. Cherry y Dean reían pero yo, yo estaba perdida en mis pensamientos. Ellos no sabían lo que me había ocurrido, ellos no sabían nada sobre Niall y tampoco podría contárselos, no quería que perdieran la cabeza al igual que yo.

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⏰ Última actualización: Dec 16, 2014 ⏰

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