Nervios

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Narra Alba

Maravilloso, no me ha sonado la alarma del móvil, cosa que me jode prácticamente el horario que tenía planeado para hoy. 

Hoy tenía previsto pasar todo el día en el estudio, debido a que mi equipo y yo teníamos que decidir la fecha de publicación del videoclip de Quimera. Ah, perdonad, no os he contado nada. Vale, os hago un resumen breve. 

Soy Alba Reche, tengo 22 años y nací en Elche, aunque actualmente resido en Madrid. Estudiaba la carrera de Bellas Artes en la Universidad de Valencia. Hace 3 años, un día cualquiera, se me ocurrió la idea de hacer una cover y subirla a mi canal de Youtube, aunque he de decir que fui medio obligada por mi hermana Marina porque era MUY pesada con que aprovechara la voz que tengo y blabla, ya se podéis imaginar lo pesada que puede ser una hermana cuando quiere lo mejor para ti. Bien, pues sorprendentemente la cover que subí comenzó a tener visitas, demasiadas para lo que me esperaba además, y al ver el recibimiento que tuve con una simple canción decidí seguir subiendo otras versiones, y he de decir que por poco me da un infartito debido a lo que empezó a ocurrir. Un día como cualquier otro me levanté de la cama, me di una ducha, me dirigía a la cocina a desayunar y de repente mi hermana apareció abrazándome como si se le fuera la vida en ello. Yo no entendía nada del por qué me estaba casi ahogando haciendo el intento de un abrazo. 

Alba: Mini, por dios, ¡que me ahogas! - le dije intentando zafarme del abrazo- ¿Me puedes explicar a que se debe esta efusividad? - le dije una vez que se separó de mi-

Marina: Joder Alba, estoy flipando, es que madre mía tía, es que esto es muy fuerte, es que lo sabía, ¡¡LO SABÍA!! - decía de carrerilla y moviéndose de un lado a otro como si de una loca se tratase-

Alba: A ver, ¿puedes estarte quieta?, me estás poniendo de los nervios -le dije yendo de trás de ella para cogerle por los hombros y hacer que me mirara- Bien, ¿me puedes contar de una vez por qué estás así?

Marina: Alba, - me dijo agarrando mis manos y mirándome con los ojos llenos de lágrimas- hace una hora han llamado a tu móvil los de Universal, si, lo siento, se que debería de haberte avisado pero es que me quedé bloqueada, y me han dicho que están muy interesados en trabajar contigo, y que si te podrías pasar por sus estudios para tener una reunión contigo. - me soltó rápido, como quien tiene miedo a ser interrumpida-

Mi cara después de esa noticia era digna de meme, como podréis imaginaros. Y así fue como me reuní con ellos y me hicieron saber que estaban muy interesados en trabajar conmigo, ya que mis covers les impactaron según sus palabras. Ah, y esa misma mañana también me enteré que Twitter estaba revolucionado debido a que muchísima gente estaba compartiendo mis covers, y en Instagram más de lo mismo. Y joder, yo estaba glitcheando con todo.

Y 3 años más tarde aquí estoy. He sacado hace 1 mes mi primer disco, que se titula Quimera y no puedo estar más agradecida por el recibimiento que está teniendo por todos mis seguidores, ya que sin ellos esto no habría sido posible. Actualmente vivo en Madrid con mi hermana, ya que decidió dejar Elche y venirse conmigo para trabajar aquí. Por cierto, ella forma parte de mi equipo, ya que le propuse que hiciera los coros de mis canciones, porque aparte de cuidarme y estar en mis peores momentos, canta como los malditos ángeles.

Después de levantarme de mala hostia, por culpa del incidente de la alarma, haber desayunado y vestirme, me dirigí al estudio. Después de estar horas y horas allí metidos, por fin teníamos fecha de publicación. Será dentro de 4 días, y yo estoy que me hago caquita de la emoción. 

Cuando salí del estudio eran las 20:00, así que intentando relajar un poco la emoción y los nervios un poco decidí llamar a María. 

La Mari, mi mejor amiga aquí en Madrid, la conocí de una manera peculiar, no podía ser menos siendo como es ella. Fue un día que me propuse ir a dar una vuelta por las calles de la ciudad, ya que hacía bien poco que había llegado a la Capital. Me paré en una pequeña cafetería para llevarme un café y tomármelo sentada en algún lugar más alejado del ruido de los coches y la multitud de gente. Pues cuando estaba saliendo de la cafetería con mi café, de repente una chica se tropezó conmigo y me echó todo el café encima, café que estaba ARDIENDO, y ella no tenía otra cosa que hacer que empezar a descojonarse de mi, en mi cara, si si, sin pena ninguna. Yo me empecé a enfadar mucho, porque me pareció una falta de educación, y entré en una pequeña discusión con ella, y ahora viene la parte peculiar. Me miró, parando de reír de golpe y sus palabras textuales fueron: " Hostia, mantecón, ya tengo una amiga guapa con la que tomarme cervezas en Madrid", me pasó su brazo por mis hombros y acabamos bebiendo cervezas en una terraza de un pequeño bar. Mi cara fue un cuadro durante todo el acontecimiento de los actos. Desde ahí nos volvimos confidentes, un hombro para llorar, y para reír también, porque da igual el motivo, eramos un apoyo la una para la otra.

Cogí mi móvil y la llamé, y ni hay que decir que no se pensó mucho en aceptar mi plan de cervezas en una terracita. 

En poco más de 15 minutos ya estábamos sentadas y pidiendo nuestras cervezas.

María: Madre mía rubia, cada vez estás más buena, no sé como lo haces. - me dijo guiñándome un ojo-. Bueno, cuéntame, ¿cuando sale el videoclip que va a bajar bragas?, porque madre mía, eres una diosa, nunca mejor dicho. 

Ella era así, estaba como una puta cabra, y no exagero con esto. No tiene ningún filtro a la hora de hablar, y eso me flipa, aunque hay que reconocer que en algunas situaciones concretas no sabe moderar que es lo que debe decir y lo que no. Pero tampoco lo preocupa mucho, las cosas como son, es una persona que si te tiene que decir que estas haciendo el gilipollas, lo va a hacer.

Alba: Anda ya, eres una exagerada Mari -le dije entre risas-. Pues ya tenemos fecha de publicación al fin -dije levantando las manos en señal de victoria-. Sale en 4 días, es decir, el Sábado por la noche a las 00:00.

Así estuvimos dos horas, entre risas, temas de rutinas diarias de nuestra vida y cervezas. Una vez me despedí de ella, me fui para casa, iba a coger la cama con mucho gusto, estaba muerta. Parece que no, pero pasar horas en el estudio agota más de lo que creéis.

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