Narra Natalia
Ya era Sábado y me dirigía al curro. Hoy me esperaba una noche bastante larga. Estaba nerviosa, en tres horas salía el videoclip de Quimera, y me da rabia el no poder verlo justo cuando se publique. Y por otra parte, han pasado dos días desde que le mandé el mensaje directo, y ya sé que dije que seguro que no me contestaría pero he sentido un pequeño resquicio de dolor al confirmarlo, por mínima que sea siempre tienes algo de esperanza. Cuando tenga un descanso en el pub miraré las redes a ver como está el ambiente ante la espera, ya que he estado todo el santo día con mi guitarra y con un mood bastante sad. Tampoco me extraña, da igual el ánimo que tenga, o como me sienta, siempre acabo componiendo letras tristes. Me tengo que mirar seriamente eso, sí.
23:15 de la noche. Solo llevaba poco más de una hora trabajando y ya estaba agotada. Parece que la peña hoy viene a darlo todo, y a beberse hasta el agua de los floreros también. Cuando vi que estaba la cosa un poco más calmada en la barra le comuniqué a mi compañero de trabajo Carlos que iba a salir a fumar un momento, asintió sin ningún problema. Carlos era un amor, cuando yo empecé a trabajar aquí, el llevaba mucho tiempo en esa barra y cuando me vio llegar estuvo en todo momento pendiente de mi explicándome las cosas y tranquilizándome para que se me hiciera todo más fácil. Desde ese momento supe que íbamos a ser muy buenos amigos, y así es, siempre le agradeceré lo amable que fue desde el primer momento.
Fui al almacén a coger el paquete de tabaco y salí como pude hacia fuera del local. Una vez fuera, cogí una bocanada de aire y sentí el fresco de esa noche en la cara, cosa que agradecí. Ahí dentro muchas veces parece que falta el oxígeno.
Me encendí el cigarro y di la primera calada mientras cogía el móvil para entrar en Instagram. Observé que tenía varios mensajes directos, seguramente sería de mi amiga Ici, ya que le comenté ayer cuando subió una storie. La echaba mucho de menos. Ici es mi mejor amiga desde la infancia, es de Pamplona también y en cuanto nos vimos supimos ambas que acabaríamos siendo uña y carne, y no nos equivocamos. Actualmente está viviendo en Londres, ya que se marchó con la idea de cambiar de aire y estudiar lo que más le gustaba.
Entré en los mensajes y efectivamente era ella diciéndome que me echaba de menos y que tenía pensado bajar a Madrid pronto. Primera noticia buena del día. Fui al siguiente y en cuánto vi de quien se trataba mi cigarro se me cayó de la boca, literalmente. No me lo podía creer. Repasé su nombre varias veces porque no me podía creer que me había contestado. Y sí, era ella, joder. Me había contestado. QUE ME HA CONTESTADO. Vale, Natalia, relájate. Intenté inspirar tranquilamente, porque se me había olvidado hasta como se respiraba. Rápidamente entré en su contestación.
@albxreche Jo, muchísimas gracias por tus palabras, de verdad, eres un amor. Aunque no sé bien del todo si alegrarme o no por la sensación que te han hecho sentir mis canciones. Igualmente, de lo que si me alegro es de que me hayas descubierto. Y no cabe duda de que me alegro más aún de que mi música te vaya a servir para componer, para mi eso es un regalo también. Espero que algún día pueda escuchar por ahí alguna de tus composiciones, que seguro que merecen la pena. Y también espero que el videoclip te guste, ya me dirás que te parece :) Un abrazo muy fuerte, y muchas gracias otra vez!
¿Me ha dicho que soy un amor? Me ha dicho que soy un amor. Joder pues claro que te tienes que alegrar por lo que me hace sentir tu música, no lo había sentido nunca. Créeme que yo me alegro más aún de haberte descubierto Alba Reche. Servir para componer dice... yo te compondría melodías toda mi vida. Vale, eso ha sido demasiado intenso. ¿Espera escuchar mis composiciones? Vale, están saliendo mis inseguridades, ahora no Natalia... No consigo creerme lo que me ha dicho, estoy empezando a pensar que me ha contestado porque le he dado pena por la forma en la que le he escrito, y por decirle que me dejó tocada. Joder. Me ha contestado por lástima... Eres imbécil Natalia, definitivamente lo eres.
