El Hijo del Candidato [Gay]

Capítulo 5 | Un día con los Garcia.

 ¡Buenas, chicas y chicos! Espero que se encuentren muy bien y les traigo la actualización de esta semana. Quiero agradecer por los votos y comentarios que hacen a esta y las demás novelas. En serio, sin ustedes esto no sería posible. Por lo tanto, quiero dedicar este capítulo a TahiBondoni98 , ¡Gracias por tu apoyo! 😉

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 Juraría que la alarma del reloj sonó tan fuerte como nunca. Abrí los ojos poco a poco. Como cuando colocas los pies en la piscina para corroborar que el agua no esté helada. Tomé el móvil, consciente del día que era. Faltaba exactamente un mes para el Día de la Independencia, pero este año sería diferente.

 Mañana era la nominación del Partido Demócrata para elegir candidato a gobernador y un día después de la fiesta del 4 de julio tiene lugar la elección. Probablemente la fecha más importante del calendario de toda la familia. Tomé una gran bocanada de aire y exhalé para después ponerme de pie. Había llegado tan agotado de Miami que dormí tan pronto llegué a casa no sin antes asegurarme de convencer a mis padres que todo había ido bien. Sólo esperaba y rezaba que ese paparazzi acosador no me hubiese seguido hasta Florida.

 Abrí las persianas de mi ventana y pude contemplar la silenciosa calle sin pasar por alto el bello pasto de nuestra casa y también el de los vecinos. Vivía en un próspero vecindario. El mejor de la ciudad según todas las revistas y páginas web sobre fortunas. Definitivamente era un suertudo de llevar una buena vida, pero, sobre todo, que mi familia me apoyara con respecto a ser gay.

—¡Alex! —llamó a mi habitación esa voz que a veces me enfadaba— ¡Alex!

—Joder, Monica, ¿por qué molestas tan temprano? —respondí, gritando.

—No sé por qué eres tan pesado. No es mi culpa que no tengas novio.

 Pasé por alto el bochornoso comentario y me digné a abrir la puerta. Mi hermana traía su teléfono celular consigo y enseguida mostró lo que había en él: un artículo con imágenes de Ashley caminando a mi lado, en el aeropuerto de Houston. Acabábamos de llegar de nuestro fin de semana loco.

—Ese periodista de cotilleos no para su obsesión conmigo. Que le den.

—Sí. Tal vez esté enamorado de ti... o de Ashley —replicó, dudosa.

—A veces eres tan inocente. No creo que sea eso. Simplemente estamos en campaña política y ese es su trabajo. Mamá lo explicó y tiene razón.

—Lo sé. Sólo intenta reprimir el hecho de querer partirle la cara.

—Ese idiota sólo quiere fastidiarnos. A partir de hoy pasaré de todo lo que tenga que ver con él. Así que no más artículos, ¿entendido?