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Tres días antes de ser encerrado en donde Papi Bang.

─¡Innie, Innie!─ gritaba un muchacho rubio mientras corría hacia el pelirrojo con una gran sonrisa, de oreja a oreja

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─¡Innie, Innie!─ gritaba un muchacho rubio mientras corría hacia el pelirrojo con una gran sonrisa, de oreja a oreja.

─¿Qué te sucede, escuincle mal hecho?─ preguntó el mencionado mientras bajaba un poco sus lentes oscuros. ─Estoy ocupado ahora.

─¿Ocupado? Sólo te veo comiendo moscas.─ respondió cruzándose de brazos.

─¿Ves esa sabrosura que está allí?─ el mayor asintió. ─Bueno, lo estoy marcando.─ Jeongin sonrió y mordió una de las patillas de los anteojos.

─¿Aquí es dónde comienza la operación "zorris", culo de marshmellow?

─Sí, Félix, al parecer tienes cerebro... lástima que de seguro es la mitad.─ bromeó el menor.

─Espera... Pero ése es un policia, hyung...

─Debe tener una pistola fantástica.─ murmuró Yang, que para su mala suerte, el menor escuchó un poquito.

─¿Qué dijo?

─¿Que dije qué?

─Ugh, nada... Vine aquí porque encontré algo extraño y quiero que vaya a verlo conmigo.─ Félix hizo un pequeño puchero tratando de convencerlo.

─¿Qué encontraste? ¿Una nave alienígena? No te asustes si sale una señora y dice "vinimos en paz a buscar a un niño con pecas", es tu mamá.

─Pero qué chistoso, me estoy meando de la risa.─ contestó el de cabellos negros con sarcasmo. ─encontré a un chico que tiene cara de príncipe, es hermoso... y me cae bien. Quería presentártelo así hagas nuevos amigos ya que no tienes ninguno por perra fea y envidiosa, pero mira si se asusta y me deja.

Respétame hyung sucio, vete a jugar con tu pony que yo voy a hablar con mi esposo.─ Jeongin se levantó del pequeño asiento en el cuál se había echado hace un tiempo.

─Si te llega a ver, de seguro dirá "qué hace éste estúpido con gafas de sol en pleno invierno".

─Y yo le contestaré que brilla demasiado y daña mis perfectos ojos.

─Eso es muy estúpido, dámelos.─ Félix extendió su mano para que el mayor le diera el accesorio inservible para ésta ocasión.

─De seguro me quedan mejor que a ti y por eso quieres que te los entregue...─ le dió las gafas y se trató de peinar con las manos. ─Listo, envidiosa. Dame suerte.

─Ten cuidado, que no es bueno coquetearle a un policía.

─Nadie se resiste a los encantos del precioso Yang, o sea yo, por si no sabías y eres tonto.─ se señaló a sí mismo.

─Ojalá el policía te acomode las tuercas flojas.

─Ojalá el niño príncipe te de una patada.─ bufó el más joven. ─Ahora, discúlpame, voy a alejar a las zorras esas que están hablando con mi policeman.─ se despeinó un poco él mismo y se dirigió al policía que se encontraba vigilando en la esquina de la plaza en la que estaba.

Pelo rubio, ojos azabache y tez lechosa. Justo como le gustan.

Empujó con disimulo a las jóvenes que estaban charlando amistosamente con su presa y colocó sus pequeñas manos en los hombros del más alto.
Obviamente la mirada confusa del adverso no tardó en hacer presencia junto con la pregunta.

─¿Qué necesita? ¿Sucedió algo?

Si el policía tan sólo supiese de que él fue quien se puso a rociar con pintura las espaldas de las vacas la última vez, no le estaría preguntando aquello.
Pero bueno, ése es otro tema bastante extraño.

─¡Aquél extraño!─ señaló a Félix, quien estaba mirando desde lejos lo que su hyung hacía. ─¡Robó mis gafas! ¡Haga algo!─ chilló Jeongin.

El alto no hizo nada más que caminar hasta Félix, acompañado de un Jeongin sonriente.

─Disculpe...─ comenzó a hablar el policía con un tono serio. ─usted robó las gafas de éste hombre, por favor, devuélvalas.

Félix, obviamente, dirigió su mirada a Jeongin buscando alguna respuesta de porqué aquél chico venía a pedirle los anteojos, pero sólo recibió una sonrisa divertida y señas que le daban a entender que no debía devolver el accesorio, así que, como el dongsaeng obediente que es, le negó al policía.

─Sabe que si no las devuelve se meterá en problemas, ¿No?─ preguntó el más alto.

Jeongin gesticuló un "no" con la boca y Félix volvió a negar.

─Bueno, ya se lo dije, ahora devuélvalas.─ el policía extendió su mano para que el joven le diera las gafas.

─¡Devuélvelas!─ chilló Jeongin mientras le guiñaba el ojo a su amigo.

El policía estaba preguntándose qué mierda es lo que hacía en ésta situación, se supone que él debe estar atrapando a gente que robe de verdad, no hablándole a un niño que sostiene una gafa y no quiere entregárselas. Él quiere apuntarle a alguien con una pistola, esposar, llevar algo a la comisaría. Nunca le tocó un día en donde cosas así pasaran, él simplemente quiere acción.

Pero bueno, hoy no se puede.

Arrebató los anteojos de las manos del adverso y se las entregó al pelirrojo que estaba detrás de él.

─Listo.─ dijo el alto y comenzó a alejarse de los chicos.

Iba a volver a su puesto si tan sólo esa pequeña mano en su brazo no lo hubiese detenido.

─Espere, le quiero dar las gracias.─ el pelirrojo le sonrió y se acercó con la intención de darle un pequeño beso en la mejilla.

"Alto ahí, loca" era lo que el policía quería gritarle, pero luego pensó; nunca nadie le dió un "premio" por hacer su deber. Ni siquiera el oficial Seo... así que, ¿Por qué no? Un beso no hace mal a nadie.
Por más que se vea extraño por ser dos hombres.

Sintió los esponjosos labios del más bajo sobre su mejilla y luego un fuerte apretón en su nalga derecha.

─¿P-Pero qué mi...?

Si tan sólo el pelirrojo no se hubiera hechado a correr ya lo hubiese golpeado con la macana.

Maldición Bang, te tocaron una nalga.

𝗯𝗮𝗻𝗴 𝗽𝗼𝗹𝗶𝗰𝗲 ꗃ᤻ chaninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora