❝ papito rico, quiero tu macana contra mis nalgas ❞
✶ chan ♡'s jeongin
✶ humor. boys love. cambio de edades. escenario ficticio
✶ minúsculas intencionales.
✶ menciones de otras parejas y/o idols.
✶ 𝙖𝙙𝙖𝙥𝙩𝙖𝙘𝙞ó𝙣 en corrección. todos los créd...
Tres días antes de ser encerrado en donde Papi Bang.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─¡Innie, Innie!─ gritaba un muchacho rubio mientras corría hacia el pelirrojo con una gran sonrisa, de oreja a oreja.
─¿Qué te sucede, escuincle mal hecho?─ preguntó el mencionado mientras bajaba un poco sus lentes oscuros. ─Estoy ocupado ahora.
─¿Ocupado? Sólo te veo comiendo moscas.─ respondió cruzándose de brazos.
─¿Ves esa sabrosura que está allí?─ el mayor asintió. ─Bueno, lo estoy marcando.─ Jeongin sonrió y mordió una de las patillas de los anteojos.
─¿Aquí es dónde comienza la operación "zorris", culo de marshmellow?
─Sí, Félix, al parecer tienes cerebro... lástima que de seguro es la mitad.─ bromeó el menor.
─Espera... Pero ése es un policia, hyung...
─Debe tener una pistola fantástica.─ murmuró Yang, que para su mala suerte, el menor escuchó un poquito.
─¿Qué dijo?
─¿Que dije qué?
─Ugh, nada... Vine aquí porque encontré algo extraño y quiero que vaya a verlo conmigo.─ Félix hizo un pequeño puchero tratando de convencerlo.
─¿Qué encontraste? ¿Una nave alienígena? No te asustes si sale una señora y dice "vinimos en paz a buscar a un niño con pecas", es tu mamá.
─Pero qué chistoso, me estoy meando de la risa.─ contestó el de cabellos negros con sarcasmo. ─encontré a un chico que tiene cara de príncipe, es hermoso... y me cae bien. Quería presentártelo así hagas nuevos amigos ya que no tienes ninguno por perra fea y envidiosa, pero mira si se asusta y me deja.
─Respétame hyung sucio, vete a jugar con tu pony que yo voy a hablar con mi esposo.─ Jeongin se levantó del pequeño asiento en el cuál se había echado hace un tiempo.
─Si te llega a ver, de seguro dirá "qué hace éste estúpido con gafas de sol en pleno invierno".
─Y yo le contestaré que brilla demasiado y daña mis perfectos ojos.
─Eso es muy estúpido, dámelos.─ Félix extendió su mano para que el mayor le diera el accesorio inservible para ésta ocasión.
─De seguro me quedan mejor que a ti y por eso quieres que te los entregue...─ le dió las gafas y se trató de peinar con las manos. ─Listo, envidiosa. Dame suerte.
─Ten cuidado, que no es bueno coquetearle a un policía.
─Nadie se resiste a los encantos del precioso Yang, o sea yo, por si no sabías y eres tonto.─ se señaló a sí mismo.
─Ojalá el policía te acomode las tuercas flojas.
─Ojalá el niño príncipe te de una patada.─ bufó el más joven. ─Ahora, discúlpame, voy a alejar a las zorras esas que están hablando con mi policeman.─ se despeinó un poco él mismo y se dirigió al policía que se encontraba vigilando en la esquina de la plaza en la que estaba.
Pelo rubio, ojos azabache y tez lechosa. Justo como le gustan.
Empujó con disimulo a las jóvenes que estaban charlando amistosamente con su presa y colocó sus pequeñas manos en los hombros del más alto. Obviamente la mirada confusa del adverso no tardó en hacer presencia junto con la pregunta.
─¿Qué necesita? ¿Sucedió algo?
Si el policía tan sólo supiese de que él fue quien se puso a rociar con pintura las espaldas de las vacas la última vez, no le estaría preguntando aquello. Pero bueno, ése es otro tema bastante extraño.
─¡Aquél extraño!─ señaló a Félix, quien estaba mirando desde lejos lo que su hyung hacía. ─¡Robó mis gafas! ¡Haga algo!─ chilló Jeongin.
El alto no hizo nada más que caminar hasta Félix, acompañado de un Jeongin sonriente.
─Disculpe...─ comenzó a hablar el policía con un tono serio. ─usted robó las gafas de éste hombre, por favor, devuélvalas.
Félix, obviamente, dirigió su mirada a Jeongin buscando alguna respuesta de porqué aquél chico venía a pedirle los anteojos, pero sólo recibió una sonrisa divertida y señas que le daban a entender que no debía devolver el accesorio, así que, como el dongsaeng obediente que es, le negó al policía.
─Sabe que si no las devuelve se meterá en problemas, ¿No?─ preguntó el más alto.
Jeongin gesticuló un "no" con la boca y Félix volvió a negar.
─Bueno, ya se lo dije, ahora devuélvalas.─ el policía extendió su mano para que el joven le diera las gafas.
─¡Devuélvelas!─ chilló Jeongin mientras le guiñaba el ojo a su amigo.
El policía estaba preguntándose qué mierda es lo que hacía en ésta situación, se supone que él debe estar atrapando a gente que robe de verdad, no hablándole a un niño que sostiene una gafa y no quiere entregárselas. Él quiere apuntarle a alguien con una pistola, esposar, llevar algo a la comisaría. Nunca le tocó un día en donde cosas así pasaran, él simplemente quiere acción.
Pero bueno, hoy no se puede.
Arrebató los anteojos de las manos del adverso y se las entregó al pelirrojo que estaba detrás de él.
─Listo.─ dijo el alto y comenzó a alejarse de los chicos.
Iba a volver a su puesto si tan sólo esa pequeña mano en su brazo no lo hubiese detenido.
─Espere, le quiero dar las gracias.─ el pelirrojo le sonrió y se acercó con la intención de darle un pequeño beso en la mejilla.
"Alto ahí, loca" era lo que el policía quería gritarle, pero luego pensó; nunca nadie le dió un "premio" por hacer su deber. Ni siquiera el oficial Seo... así que, ¿Por qué no? Un beso no hace mal a nadie. Por más que se vea extraño por ser dos hombres.
Sintió los esponjosos labios del más bajo sobre su mejilla y luego un fuerte apretón en su nalga derecha.
─¿P-Pero qué mi...?
Si tan sólo el pelirrojo no se hubiera hechado a correr ya lo hubiese golpeado con la macana.