𝗯𝗮𝗻𝗴 𝗽𝗼𝗹𝗶𝗰𝗲 ꗃ᤻ chanin

જ ، O14 ⋆ último｡

Bang se encontraba arriba del pelirrojo, acariciando lo más que podía del torso descubierto del adverso con su diestra.

¿Que cómo habían terminado así?

Jeongin simplemente utilizó trucos sucios para convencer al policía, y vaya que funcionó, que ahora se encontraba disfrutando de los besos que el azabache dejaba sobre su cuello y temblando cada vez que sentía aquella fría mano pasar por su abdomen.

Bang deslizó su lengua por el cuello de Jeongin, sacándole un suspiro que le erizó la piel.

─¿Has hecho... esto alguna vez?─ preguntó Yang, ganándose total atención de parte del oficial.

─Te dije que sí.─ respondió el más alto, volviendo al trabajo de lamer la sensible piel del pelirrojo.

Si, no era la primera vez de Chan. Pero de alguna forma le lograba poner nervioso, como si fuese la primera y no tuviera experiencia alguna, y aquello se notaba en el ligero temblor de sus manos.

─C-Channie...─ le llamó Jeongin, pero en respuesta, éste le mordió el cuello, sacándole un pequeño y agudo gemido.

─Cállate.─ ordenó Bang, y Jeongin asintió, quedándose en silencio... o bueno, tratando de no hacer ruido.

Antes de que Chan pudiera ir un poco más abajo, Jeongin se incorporó y pasó sus manos por los hombros del oficial.

Bang le miraba atentamente, y Yang se sentía desfallecer ante aquellos ojos negros que le miraban con demasiada intensidad.

Sus pequeñas manos viajaron al uniforme del azabache y fue desabotonándolo con lentitud, viendo cómo de a poco se descubría el torso del adverso, con aquellos abdominales marcados y cicatrices claras por los costados.

─¿Quién te las hizo?─ preguntó Jeongin, acariciando cada una de las cicatrices antes de que Bang le detuviera agarrándole suavemente las muñecas.

─Ser policía es más que andar parado en la esquina viendo quiénes incumplen las reglas.─ respondió. ─Ahora, date la vuelta.

─No quiero.─ negó el pelirrojo, cruzándose de brazos. ─Quiero que seas romántico, que me des piquitos y me digas que todo va a estar bien.

Chan asintió, viendo como Jeongin se relajaba frente a él.

Pero no, Chan no iba a ser romántico. Con fuerza, agarró por segunda vez las muñecas del pelirrojo y le dió vuelta.

Obvio, el lloriqueo de Yang no tardó en hacer presencia.

─¡Es mi primera vez, no seas bruto!─ confesó Jeongin completamente rojo, y escondió su rostro en la almohada.

Chan sólo se concentró en colocarse arriba del pelirrojo y depositarle pequeños besos en el hombro.

─Silencio, si te relajas va a estar todo bien... trataré de no hacerte daño.─ dijo el rubio, sintiendo como Yang volvía a relajarse en sus brazos.

─Apúrate y desnúdame, comienza a hacer calor.─ demandó Jeongin.

Chan hizo lo que éste le pidió, desprendiéndole el pantalón para bajárselo junto con el bóxer, mientras repartía besos por toda su espalda y más abajo.

Jeongin apretó suavemente las sábanas al contener las ganas de gritar por la vergüenza que sentía a que Chan le vea desnudo.

─Ahora... Voy a prepararte, trata de relajarte, bebé.─ Chan le acarició la espalda con delicadeza, tratando de hacerle sentir seguro.