Capitulo 1

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Hoy es un nuevo día, un día tranquilo en mi equipo y por suerte en mi casa todo va bien. Dentro de poco íbamos a empezar con los partidos y no podía evitar estar más nerviosa, ya quería comenzar a saltar y conectarme con mi equipo, ganar partidos y sentir esa adrenalina que nos permite seguir.

Recién estoy comenzando mi segundo año de preparatoria y todo va perfecto, me nombraron as del equipo lo que hizo que una masa de sentimientos se formarán en mi pecho y me dieran ganas de llorar. Mi pequeño hermano se puso tan contento que empezó a gritar en la calle cuando se lo conté, exclamando que su hermana era la mejor del mundo.

Nuestra escuela es muy famosa por el voley, tanto por el equipo femenino como masculino destacábamos; nuestro esfuerzo duro nos da recompensas. Entrenamos duramente, sudamos, nos peleamos y celebramos juntas, lo que nos da un fuerte vinculo.

Estaba terminando de guardar mis cosas cuando se me acercan —Mai, te toca limpiar —me dice mi sempai con una sonrisa.

—de acuerdo —mis compañeras se empezaron a irse y comencé a limpiar el gimnasio.

Estaba guardando las últimas cosas cuando vi que una canasta de remeras que pertenecía al gimnasio masculino ¿Cómo llego hasta aquí? No importa, mejor lo llevo y listo.

Emprendí camino hacía el gimnasio masculino y este estaba vacío, parece que hoy entrenaron menos, siempre suele haber gente en este horario. Termine de abrir la puerta y entre al armario donde se guardan las camisetas de entrenamiento hasta que un ruido me detuvo, era... un llanto. 

¿Y si esta persona esta herida? 

No seas tonta Mai, estaría gritando por ayuda.

Me acerque lentamente y con cautela hasta que encontré el origen del llanto, era un chico que estaba ocultando su rostro entre sus piernas. Me acerque lentamente a él, me agaché y con suavidad toque su espalda para llamar su atención.

—disculpa —él se exaltó al sentir mi toque, no había notado mi presencia —se que no estás bien ¿Quieres hablar de lo que te sucede? —le pregunto con un tono suave, no quiero que se espanté.

Levantó su rostro y pude reconocer quién era, como para no hacerlo. Oikawa Touru, un excelente armador, es muy popular entre la población femenina, incluso algunas de mis compañeras de se unieron al equipo femenino para impresionarlo.

Abrió su boca para hablar, pero su labio le tembo —y-yo... —su voz está muy cortada y tiene muchas lágrimas, soltaba hipidos que le impiden hablar.

Sonreí suavemente —está bien —murmuro mientras le acaricio la espalda y con mi pañuelo le secó las lágrimas —respira, tranquilo —le repito en un tono bajo para que se relajara, poco a poco se fue calmando y su respiración se va normalizando.

—pensé... pensé que ella de verdad me quería —murmuró con la vista gacha y lo mire con lastima, todo el mundo sabe de la gran pareja de aoba johsai.

—mal de amores ¿Eh? —hablo suavemente y este asiente —no supo valorar lo que sentías —murmuró apenada.

Él se quedo mirando a la pared con la mirada perdida para después girarse a verme —¿Te puedo abrazar? —me súplica con la mirada y le sonrió suavemente, al igual que le sonrió a mi hermano cunado es de noche y tiene pesadillas.

—claro, ven —extiendo mis brazos, él me abraza fuerte y sigue llorando escondiendo su rostro en mi cuello —shhh... Tranquilo —le acaricié la espalda con cariño.

Seguimos así un rato hasta que pude sentir como dejaba de llorar —gracias —murmura y se separa lentamente de mí con lentitud.

—no hay de que —le digo con sinceridad.

Nuestra Historia [Oikawa y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora