Nuestra Historia [Oikawa y Tu]

Capitulo 4

Mi segundo año de preparatoria paso, tuvo sus altos y bajos. Las sonrisas, los llantos, las peleas... todo. Mi amistad con los chicos se fue haciendo cada vez mas fuerte, y eso me hacia feliz ya que sabia que podía contar con ellos y ellos conmigo.

Ganamos las nacionales, jamás me sentí tan feliz. En medio de la cancha terminamos llorando abrazándonos, recibimos nuestras medallas y la copa. Levantamos la copa y volvimos al colegio con la cabeza en alto.

Touru y Iwa-chan no lograron pasar a las nacionales por perder contra Shiratorizawa. Fue un día triste, los dos estaban llorando por su derrota, pero prometieron ser más fuertes. Esa mirada de ambos fue una que me hizo comenzar a llorar con ellos. Se sorprendieron e intentaron no llorar mas, así que terminamos llorando los tres juntos mientras comíamos ramen.

Poco a poco estaba llegando a la suma indicada para poder comprarme un departamento, estaba en los preparativos ya este departamento seria mio y podria darle una buena vida a mi hermano, la vida que se merece.

—firme aquí —me indicaron y lo hice —felicidades, el departamento es todo suyo —me sentí muy feliz, ahora solo tenía que ponerme a hacer los papeles para tener la custodia de mi hermano.

Tome mi teléfono y les mandé un mensaje al grupo que teníamos los tres juntos.

Ya lo tengo ⁽⁽ଘ( ˊᵕˋ )ଓ⁾⁾

Felicidades Mai-chan, te llevaremos algo como regalo (≧▽≦) - Touru

Felicidades, eso es producto de tu esfuerzo - Iwa-chan

Ante esas palabras tuve ganas de llorar, así que me trague las lagrimas. Todo lo que trabaje para poder conseguirlo, todo el sudor, el cansancio y los dolores de cabeza valieron la pena.

Arigato- me limite a contestar

Estás llorando? ('◉⌓◉')

No- Mande rápidamente

Está llorando - Iwa-chan

Descansa Mai-chan, te lo mereces ( ◜‿◝ )♡

Lo haré ◉‿◉
Que descansen

Me dirigí a mi casa y sonreí al ver a mi hermano, este corrió a abrazarme y lo recibí con los brazos abiertos. Le conté sobre el departamento, él se emociono. Mientras hablábamos comencé a preparar la cena, lo mande a lavarse las manos y comenzamos a cenar solos mientras me contaba las cosas en su colegio.

Lo mande a lavarse los dientes y lo acosté en su cama, le conté un cuento y le di un beso en la frente cuando estaba a punto de dormirse. Lo tape bien y me lo quedé mirando.

Es tan pequeño.

Salí de su cuarto y me dirigí a la cocina, tome una pastilla y me la trague acompañada con agua. Necesito sacarme el dolor de cabeza, tengo que estudiar.

—¿Así que pronto se irán? —el tono frío de mi madre me saco de mis pensamientos, lo reconocería en cualquier lado.

La miro de reojo con odio, que feo es vivir con la persona que odias —así es, por fin no tendrás que lidiar más con nosotros —le digo dándome vuelta hablándole con dureza —nos hubieras dejado con papá —le digo con fastidio por toda esta situación, ella simplemente me sonríe fríamente.