Kong || Always Surprice Me - James Conrad

Capitulo 8

Los demás siguieron a Marlow hacia el bote mientras Mason y yo nos quedamos con los Iwis. Ella estaba disfrutando tomando fotos de los Iwis y me estaba divirtiendo mirando como Mason tomaba las fotos.

Estaba sentada un poco más apartada de donde Mason estaba. Saque mi cuadernillo y me puse a dibujar. Dibuje a Kong, el búfalo gigante en el agua, el pueblo, los Iwis y el bote. Así es como grabo lo que veo.

"Wow, eso es realmente bueno". Miro hacia atrás y le sonrío a Mason.

"Gracias". Escucho un clic de su cámara mientras me toma una foto. "Cualquier foto que me tomes, quiero una copia". Ella se ríe entre dientes.

"De acuerdo". Ambas nos miramos cuando escuchamos como una criatura suena angustiada. Guardo mi cuadernillo mientras me dirijo hacia el sonido, Mason me sigue detrás.

Encontramos una abertura en el muro. Ni siquiera dudo cuando voy a pasar por ahí. Mason me detiene agarrándome del brazo. La miro confundida.

"¿Estás segura?". Le sonrío.

"Estaremos bien". Ella asiente y las dos nos dirigimos por la abertura. Rápidamente nos encontramos en un claro. En medio de él está uno de esos búfalos de agua con un helicóptero caído encima. Parecía que no podía levantarse. Mis ojos se abren y corro hacia él. Empiezo a empujar el helicóptero tratando de quitárselo de encima. Mason estaba a mi lado tratando de ayudarme. El helicóptero ni siquiera se movía.

Ambas nos tomamos un segundo para recuperar el aliento. De repente, fue levantado el helicóptero del animal. Mason cayó hacia atrás aterrizando sobre su trasero mientras yo daba un paso delante de ella. mis ojos estaban enormes.

Kong estaba frente a nosotras, mirándonos y sosteniendo el helicóptero. El búfalo nos mira y luego se aleja. Me alegre de que la criatura estuviera bien, pero tenia otros asuntos frente a mí. Kong deja el helicóptero lejos de nosotras mientras lo miro. No se ve feliz.

Extiendo mis brazos hacia arriba con las palmas de mis manos de frente, tratando de mostrarle que no somos una amenaza para él. Me miro con curiosidad, como si yo fuera algo nuevo para él. Sus ojos se volvieron un poco más suaves mientras miraba de un lado al otro entre Mason y yo. Luego se dio vuelta y se alejo. Lo observe por unos momentos hasta que escuché a Mason quejarse de dolor.

"¿Estas bien?". Le pregunto mientras me arrodillo a su lado. Ella asiente con la cabeza.

"Me lastime el tobillo, pero lo que hiciste fue increíble". Ella dice mientras la ayudo a levantarse. Comenzamos a caminar de regreso al muro.

"¿De qué estas hablando?".

"Lo que hiciste con Kong fue impresionante. Además, ¿siempre has tenido un arma?". Me río y asiento con la cabeza.

"Fue un regalo de cumpleaños de mi hermano. Y acabo de hacer con Kong lo mismos que hice con el búfalo antes, nada importante". Finalmente volvimos al pueblo así que decidí is a ver a los demás.

Cuando llego al río, veo algo que parecía ser un bote construida con restos de un avión. Conrad, Slivko y Marlow están trabajando en ello, intentando que funcione. Me siento en la orilla del río, estiro la pierna con la rodilla adolorida y empiezo a dibujar de nuevo en mi cuadernillo.

Cuando cayó la noche, todavía estaba en la orilla del río mientras todos los demás estaban en la cabaña de Marlow. Después de todo lo que sucedió hoy debería estar exhausta pero realmente no lo estaba.

Miro triste de nuevo la carta de mi hermano por no poder leerla bien en la oscuridad. Le había dado mi encendedor a Mason para que pudiera hacer una foto de larga exposición. Suspiro mientras miro los colores danzantes en el cielo. Agarro las placas de identificación de mi hermano cuando siento un par de lágrimas deslizarse de mis ojos.

La verdadera razón por la que quería estar sola en este momento era para dejar caer mis paredes por unos momentos. He estado tratando de ser fuerte para todos pero fue difícil cuando no estaba segura de si realmente saldríamos de esta isla o no.

"Pensé que te encontraría aquí". Sonrío para mi misma y rápidamente limpio mis lágrimas. Conrad se sienta a mi lado y mira hacia el cielo.

"Es bonito". Digo.

"Es extraño. Los lugares más bellos son siempre los más peligrosos". Suspiro y lo miro.

"No sabría decirte, no he viajado tanto como me gustaría". Me mira con las cejas arqueadas.

"¿Qué quieres decir?".

"Antes de este viaje, había viajado por todo Estados Unidos, trabajando en diferentes zoológicos y el santuario de tigres en Tailandia, eso es todo. Es por eso que acepte este trabajo, para viajar a otro lugar y por el dinero. Voy a usarlo para comprar un bote, contratar a algunos tipos y viajar por el mundo. Ver diferentes animales, experimentar diferentes culturas, ese es mi sueño". Sus ojos se abren y sonríe.

"Suena como un sueño bastante bueno". Me río y asiento.

"Lo es, era mío y de mi hermano".

"Eras cercana a él". Asiento con la cabeza.

"Éramos gemelos, mejores amigos. Nos acercamos después de que nuestros padres fallecieran". Miro la carta otra vez y veo un encendedor aparecer en mi visión. Miro a Conrad sonriendo. "Gracias". Lo miro. "¿Royal Air Force?". El asiente.

"Era de mi padre. Me lo arrojó mientras el tren avanzaba, cuando se fue a luchar contra los nazis. Era como John Wayne para mí. Una especie de héroe". El mira el cielo.

"¿Qué le sucedió?". Pregunto y el me mira.

"Su avión se estrello cerca de Hamburgo. Lo buscaron durante meses pero... supongo que ningún hombre llega a casa después de la guerra, no del todo". Asiento con la cabeza.

"Mi hermano murió salvando a sus compañeros. Slivko había pisado accidentalmente una mina, Chapman lo alejó rápidamente de ella, pero mi hermano salto sobre ella para minimizar la explosión". Conrad me agarra la mano.

"Lo siento". Sacudo la cabeza.

"No lo hagas". Conrad estira su brazo y con su mano me limpia una lágrima de la mejilla.

"Actúas muy valiente con los demás". Él me dice. Me encojo de hombros y miro hacia otro lado.

"Quiero que tengan esperanza y llorar no ayudará en nada". Él se ríe.

"Me sorprendes". Me reí entre dientes.

"Me dices mucho eso". Me agarra suavemente de la barbilla y me hace mirarlo.

"Porque es la verdad". La forma en que las luces del cielo brillan en sus ojos es mágico. La suave sonrisa en su rostro hace que mi corazón se acelere. Nuestros labios eran como dos imanes, ambos se atraían con una fuerza que no podía entender.

Cuando se tocaron, me dejo sin aliento. Sus labios eran suaves y el beso apasionado. Se sentía como si estuviera flotando. Cada toque era como un golpe de electricidad. Este beso me hizo olvidar todo lo que estaba sucediendo a nuestro alrededor por unos momentos. Cuando no separamos, nuestras frentes estaban juntas y ambos con grandes sonrisas en nuestros rostros.

"Guau". Susurro. Él se ríe y mete un mechón de cabello detrás de mi oreja.

"Estoy de acuerdo". Nos sentamos allí un rato más, con un brazo de Conrad envuelto alrededor de mis hombros y nuestros dedos entrelazados, solo disfrutando de la compañía del otro y de los pocos momentos de calma que teníamos.