Kong || Always Surprice Me - James Conrad

Capitulo 3

El barco despegó poco después de eso. Conocí a algunas otras personas que iban a esta aventura. Conocí a la otra mujer, Mason Weaver, una fotógrafa contra la guerra. Parecía bastante dulce, incluso me tomó algunas fotos.

También conocí a los compañeros de Andrew. Al instante supieron quien era yo, ya que Andrew siempre tenía una foto mía con él. Me contaron tantas historias que me hicieron muy feliz.

"Hola y bienvenidos. Soy el supervisor de campo de Lansat, Victor Nieves". Ahora estábamos teniendo una reunión, informándonos sobre nuestra expedición. Estaba sentada junto a un chico, Slivko, de quien mi hermano hablaba.

"Nuestra expedición nos lleva a un lugar que todas las rutas comerciales náuticas conocidas por el hombre han evitado durante siglos. Como muestran nuestros satélites, la isla está rodeada por un sistema de tormentas perpetuas, lo que le permite permanecer oculta al mundo exterior". La imagen que nos mostraban era interesante para mi. "Pero con el transporte en helicóptero del coronel Packard, seremos los primeros en llegar al otro lado". Saco  cuaderno y empiezo a dibujar la isla.

"También nos complace contar con la presencia, por primera vez, del equipo de exploración de recursos, dirigido por el Señor Randa y acompañado por la bióloga, la señorita San, y el geólogo, el señor Brooks". Me aclaro la garganta ligeramente, tratando de cubrir mi risa. Me di cuenta de que Nieves realmente no se preocupa por estos tipos y para mi fue divertido.

"Nuestro enfoque estará en la superficie de la isla, la suya, lo que hay debajo". Eso me hizo levantar la vista de mi diario. "Sr. Brooks".

"Simple, usaremos explosivos para sacudir la tierra y crear vibraciones, ayudándonos a cartografiar el subsuelo de la isla. Volaremos sobre la costa sur, luego lanzaremos cargas sísmicas estratégicamente para ayudarnos a comprender mejor la densidad de la tierra". Mis ojos se abren aún más.

"¿Lanzarán bombas?". Conrad pregunta. Lo miro y luego hacia el frente.

"No pueden lanzar bombas en la isla". Yo hablo, haciéndolos mirar hacia mí.

"No son bombas, son instrumentos científicos". Me paso las manos por el pelo.

"¿Escucharon eso muchachos? ¡Ahora somos científicos!". Slivko dice, haciendo reír a los hombres del ejército. Sonrío levemente, pensando que ese es el mismo tipo de broma que haría mi hermano.

"Luego aterrizaremos y haremos un campamento base para excursiones terrestres dirigidas por el señor Conrad y la señorita Matthews". Suspiró y sacudo la cabeza, teniendo un mal presentimiento sobre todo esto. "Mayor Jack Chapman". Otro soldado se puso de pie, mientras miro a Randa.

"Muy bien. Una vez en la isla, la interferencia de la tormenta bloqueará todo contacto de radio con el barco. Eso significa que estaremos solos. Tres días después, el equipo de reabastecimiento nos encontrará en el extremo norte de la isla. Esa puede ser nuestra única ventana de salida segura por un período de tiempo desconocido. Entonces, un consejo para todos, no se pierdan".

La reunión acabó justo después de eso. Rápidamente me puse de pie y me acerqué a Randa que estaba saliendo de la habitación. Cuando lo alcanzó, lo agarra del brazo y lo detengo.

"No puedes soltar esas bombas". Me mira y suspira.

"No son bombas...".

"¡No te atrevas a decirme que no son bombas! Me contrataste para que te ayude con los animales y te digo que las criaturas de esa isla atacarán". Él sacude su cabeza.

"Estaremos bien". El comienza a alejarse de mí.

"¡Si la gente es asesinada, estará en tus manos!". Le gritó. Me ignora y se dirige por el pasillo. Gruño y decido ir a ver esas bombas

Todos los demás estaban ocupados con otras cosas, así que pude pasar desapercibida. Cuando llegó allí, encuentro los contenedores con las bombas en ellos. Realmente odio que vayan a hacer esto.

"No deberías estar aquí abajo". Salto un poco pero lo contengo al escuchar la voz de Conrad. Giro la cabeza hacia él y sonrío.

"Tampoco tú". Él sonríe y camina hacia mi. "Las bombas son una mala idea, solo provocarán cosas malas". Comenzamos a caminar entre las cajas.

"¿No estabas prestando atención en clase? Son instrumentos científicos por los estudios geológicos". Lo miro con la ceja levantada.

"¿Realmente cree eso señor Conrad?". El me mira.

"No dije eso". Me reí. "Pareces bastante cercana con los muchachos del ejército". Me detengo y me apoyó en una de las pilas.

"Mi hermano estaba en el ejército con ellos".

"¿Estaba?".

"Murió hace un par de años, en la guerra". El asiente.

"Lo siento". Sacudo la cabeza.

"No te preocupes por eso". El se acerca un poco más a mí.

"Entonces, ¿por qué una etóloga está ayudando a un rastreador a liderar las excursiones terrestres?". Le sonrío

"Mi padre se puso paranoico después de la guerra de Corea, así que nos enseño a mi hermano y a mí cómo sobrevivir con poco o nada". Él me sonríe.

"Está llena de sorpresas, ¿verdad, señorita Matthews?"

"Supongo que tendrá que averiguarlo, Capitán". Sus ojos se abren un poco.

"¿Cómo supiste?".

"Tengo mis maneras".

"Estoy fuera de servicio".

"Lo sé". El se ríe. "Lo que no sé es por qué un capitán desmantelado tomó este trabajo". Él suspira.

"Me ofrecieron dinero". Levantó una ceja.

"No pareces un mercenario".

"Y tú no pareces una rastreadora"Sonrío mientras me acerco a él, nuestros labios a solo unos centímetros el uno del otro.

"Bueno, supongo que hay muchas cosas que no sabemos el uno del otro". Le giño un ojo y me alejo de él, tratando de ocultar el sonrojo que se extendía por mi rostro.