Capítulo 20. Hasta Que La Muerte Nos Separe.

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William

El día de hoy soy un completo manojo de nervios.

Faltan cinco horas para mi boda, seis meses comprometidos, tuvimos que preparar todo rápido. Allison quería una boda sencilla, yo quería algo más ostensoso. Pero dejé a mi dama tener la última palabra.

—¿Penny está con Allison?— Le pregunté a Liam por millonésima vez.

—Ya te había dicho que sí, acabo de hablar con ella hace un segundo y apenas la están arreglando.

—¿Pero ella está bien? ¿Está tranquila?

—¡QUE SÍ WILLIAM! Tú pareces la novia. Tranquilizate. Cinco horas pasan volando...

¿Cómo quería que me tranquilizara? Si bien había terminado con Lucy a la siguiente semana de que le propuse a Allison que se casara conmigo, ella se puso como loca, y realmente no sé de lo que ella podría ser capaz.

—¿Recuerdas a Duncan Stanley?

—¿El bravucón de la secundaria?

—El mismo, verás, no tiene mucho que lo encontré, es guardaespaldas del embajador de España... Entiendo que estás inquieto con Lucy, pero ya hablé con él, estará cuidando la entrada del salón, ahora hermano querido, debes apresurarte, no llevas puesto ni medio esmoquin...

—Bien. Pero quiero asegurarme que Allie esté bien...

Tomé el teléfono y teclee al rededor de cien veces en cinco minutos su número telefónico. No me contestaba. Al rato me devolvió la llamada Chloé, su cuñada.

—¿Podrías comunicarme con ella por favor? Entiendo, pero dile que estoy desesperado. Bien, ¡Bien! Nos vemos en un rato...— Por inercia y con el calor del asunto aventé el teléfono a la cama. Liam ya estaba al parecer harto de mis nervios, pero como buen amigo permaneció a mi lado en todo momento. Mis padres entraron a mi habitación a calmarme, lo mismo Elisa, mi hermanita. Que ya era toda una mujer. De ahí mis hermanos, que sólo me inquietaron diciendo que tal vez estaba nervioso pero porque Allison ya no estaba segura de casarse conmigo. Lo cuál fue una broma de mal gusto, los corrí de mi cuarto, nada bueno me aportarían.

Faltaban tres horas para la boda. Mis nervios iban cesando. Ahora solamente quería ver al amor de mi vida entrando a la iglesia para poder decirme sí, acepto.

Allison

No quise decirle nada a William, pero ésta mañana Lucy vino a hablar conmigo, de una manera un poco "civilizada", me vino a pedir disculpas por todo el mal que había hecho, admitiendo que lo hizo porque lejos de estar enamorada estaba más bien obsesionada con William.

La comprendí, y la disculpé, ambas teníamos ya 30 años, no podíamos seguir en éste juego de niños, y ¿cómo dicen? Al enemigo siempre hay que tenerlo cerca.

Mamá me ayudó a ponerme cuidadosamente el sencillo vestido de novia que había escogido de último momento.

Tanto trabajo en Escocia no me permitió darme el lujo de organizar mi boda como planeabamos, pero Liz, mi mejor amiga tuvo a bien contactar a un buen diseñador de vestidos de novia y bueno, a mí nunca me ha gustado usar cosas llamativas.

It's You. [Terminada y Editada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora