Que nadie se entere

CAPITULO 3 PARTE 1

Mis labios se movían a la par de los suyos, juraría que podía ver las estrellas en ese momento, sus manos viajaron a mi cintura mientras las mías subían a su cuello, sentir como su ligera barba rozaba mi piel causo miles de choques eléctricos en todo mi cuerpo, él iba lento pero preciso, es como si estuviera grabando cada momento en su memoria, fuimos separándonos poco a poco hasta quedar mirándonos fijamente, podía ver el deseo en sus ojos, en este momento no me importaba nada quería pasarla con él.

Un nuevo beso comenzó, pero esta vez una de sus piernas se coló entre las mías, sentí como comenzaba a restregarse ligeramente, un gran bulto se alojó en sus pantalones, tenía en mente bajar mis manos hasta esa zona, pero una llamada interrumpió el momento. -Debes contestar, puede ser importante. - Hable en medio del beso al notar que no dejaban de llamar.

-Tal vez es para lo del evento, les llamo más de rato. – Siempre tan oportuno mi querido amigo Rdj, pero si le decía iba a molestarse conmigo por no avisarle antes de mis planes.

Nuevamente seguimos besándonos, pero no dejaba de sonar su celular, ahora era el mío también. -Como carajo tengo el número de Rdj. - Estaba incrédula al ver el nombre reflejado en la pantalla de mi móvil.

-Contesta debe ser importante Robert no suele llamar si no es necesario. - O simplemente intuía la situación.

-No, estás loco contéstale tu. - Sentía los nervios a flor de piel.

Nos separamos para poder contestar, lo mataría por interrumpir, nunca me llamaba y cuando lo hacían tenía que ser en el momento menos oportuno y para mi mala suerte tuve que contestar. -Hola Rdj, que sucede. -

-Es Hemsworth dice que tenemos que llegar más temprano para coordinar los lugares de las entrevistas en el evento, solo faltamos nosotros. -

-Bien amigo puedes cubrirme al menos dos horas. -

-En donde estas... más bien dicho con quien estas. - Podía intuir lo que estaba pasando, pero quería escucharlo de él. -Vamos idiota, te cuento cada de mis aventuras siempre. -

-No puede decirte por el momento. - Trate de no reír cuando lo escuche bufar. -Es por decisión propia contarme tus cosas, bien te cuento, pero promete que no te enfadaras con nadie. -

-No lo sé, ahora temo por aceptar, pero lo prometo. -

-Estoy con Alessandra. - Mordí mi labio inferior ligeramente.

-Mi dulce Alessandra? - Ese hijo de puta me la pagaría caro.

-No es tuya amigo, así que tú ya pasaste tu momento de desestrese, merezco el mío igual. - Fue su culpa por estar contándome respecto a la chica que solo me hizo querer estar con ella.

-Pero no con ella, que carajo te sucede... bien si ella lo desea adelante, después te dirá que solo quiso ser el rollo de un rato y no te dejara repetir. - Aun me sentía molesto por su rechazo de hace unas horas, ahora tenía sentido si estaría con él.

-Bateado por una niña eso es nuevo para ti, me importa un carajo si es solo una vez voy a disfrutar complacerla, espero superarte. - No espere a que dijera más y colgué, pude notar el enojo en su voz y no quería perder el tiempo.

Justo cuando el termino la llamada mi celular comenzó a sonar -Me das un momento tengo que atender esta llamada. - Susurre nerviosa sabiendo quien era.

-No es justo yo conteste aquí. - Hice una especie de puchero.

-Muy adorable. - Dios ese puchero me metería en problemas, si en demasiados problemas si seguía así nunca podría negarle nada. Se acerco para tomar mi mentón y mirarme a los ojos, podría pasar el resto de mi vida contemplando esos ojos azules que en punto se volvían hipnotizantes.