Ella llora por Kanae

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Casi dos malditos años habían pasado, no sabe cómo ha soportado tanto, tampoco como Douma se ha controlado hasta ahora, pero está bien, ella debe salvar esta vida que le fue regalada por Kanae, un plan ha creado, sencillo, pero nadie sospecharía d...

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Casi dos malditos años habían pasado, no sabe cómo ha soportado tanto, tampoco como Douma se ha controlado hasta ahora, pero está bien, ella debe salvar esta vida que le fue regalada por Kanae, un plan ha creado, sencillo, pero nadie sospecharía de el, ni él mismísimo demonio que viene a visitarla durante las noches, portándose como buen caballero, cuando tan solo es basura que logro escapar del fuego por mera suerte.

—Kanae-Chan.—Cerros sus ojos con fuerza, tan solo escuchar su voz ya es una tortura, quiere cortarle el cuello, pero si no es una espada nada lograrla matarlo.

Kanao guardo silenció, mirando sus manos, tan inútiles son.

—Traje un lindo collar, mira es adorable, va contigo porque tiene una mariposa.—Las manos manchadas de sangre sostienen ese precioso collar, el dije de una flor con una mariposa posando en esta, un dulce recuerdo aparece.

Eran Kanae y ella, frente a un árbol de cerezo, este florecía hermosamente, la pilar le había pedido que le ayudará para regarlo, como guardaba silencio. —Sabes este cerezo fue plantado por el primer pilar de la flor.—Comento la azabache que sonreía como siempre, uno de los pétalos había caído en su mano, como si este mismo la hubiera buscado para posarse en su gentil mano. —Se llama Hisshou, victoria segura.—Explicaba amablemente ella, Kanao tan solo se limito a verla.

No sabe si es su imaginación, pero la Kocho cada vez estaba más rodeada de más pétalos, tenía una aura tan dulce, como si se tratará de una hada, se sonrojo al tener ese pensamiento y Kanae lo notó al instante, se acercó a la pequeña y le entrego uno de los pétalos que había acabado en su cabello. —Porque algún día está guerra de demonios con humanos acabará.—Kanao bajo la vista para observar ese pequeño pero suave pétalo. —Kanao, te prometo que siempre estaré a tu lado... Aún así no me ves, quiero que sepas que estaré apoyándote.—Los ojos de ella la vieron, tan lindos, en verdad Kanae tenía unos peculiares ojos, era como ver estrellas según Kanao.

En ese momento una mariposa de color blanco se posó en las manos de la niña quien aún sostenía el pétalo, Kanao parpadeo varias veces, y Kanae solo se quedó mirando. —Parece que le caes bien, ¿Te gusta las mariposas?.—Ese día no había dado respuesta.

—Si...—La mano de la Tsuyuri sostuvo ese dije. —Me gusta.—Dijo aquello que no pudo decir en el pasado.

Douma miró aquello sorprendido pero muy feliz de que aceptará su regalo, normalmente los arrojaba o mencionaba que eran desagradables.

En ese momento la Tsuyuri reaccionó, ¡Maldición!, Hablo sin pensar, los recuerdos la confundieron. —¡Eso!...—Fue callada al ser abrazada fuertemente por el luna superior.

—No hay nada más que decir, sabía que tarde o temprano ibas a volver Kanae... Me alegra tanto, ya que pronto estaremos juntos.—

Idiota, mil veces se repitió eso mientras trata quitárselo de encima. —¡No, no lo soy!.—Grito, pero Kanao estaba en el pecho de Douma, sin poder zafarse, se sentía sofocada.

Ella no es Kanae (Kimetsu No Yaiba) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora