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¿Alguna vez volviste a pensar en aquella ocasión de la feria en la plaza?

La vez que te quejaste a diestra y siniestra por haber perdido una moneda en el mar de gentío. En mis diecisiete años de vida jamás me había reído tanto de ti, detonante para que tu mal humor empeorara.

Fue la vez en donde te enojaste tanto que gritaste. No entendía porqué, pero no quería que te sintieras así.

Te alejaste y no me quedó más que seguirte porque no quería dejarte solo.

Y entonces al borde de la carretera te giraste y me miraste con ira. Comenzaste a gritar cientos de cosas que a mí corazón dolieron, pero entonces lo recordé.

En medio de la cólera desatada no se me ocurrió mejor idea que aprisionar tu cuerpo entre mis brazos, sintiéndote remover hasta que poco a poco te lograste calmar.

Y con el corazón pensando y la mente latiendo en secuencia de ideas; cedí al magnetismo que repercute a nuestros besos, experimentando la mayor de mis glorias ahí, al borde de una carretera desolada en dónde solo podía escuchar el bullicio de la feria por debajo de los fuertes latidos de mi corazón.

Cada latido eras y serás tú, porque simplemente eres mi corazón, Han Jisung.

“¿Ya no estás enojado?” sonreí con todas mis fuerzas cuando negaste y te dejaste hacer entre mis brazos.

7 besos y un lamento ;; hhj+hjsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora