Epílogo

591 128 40
                                    


Plantó el manojo de cartas en la hierba y suspiró.

Mordió su lengua e intentó dibujar una sonrisa, de esas que tanto le gustaban a su amado. Pero no podía, la tristeza era más grande que él en ese momento.

—Lo siento.— Se disculpó mientras secaba sus lágrimas.— Siempre fuiste el más fuerte de los dos.— Se le dificultaba estar frente a frente a la lápida que marcaba el nombre de su persona favorita.

¿Por qué tenía que suceder? ¿Era acaso ese el temido castigo que recibían los que eran como ellos?

Un alma viviendo en dos cuerpos, separadas en vida y muerte ¿Era acaso justo? El único pecado que cometieron fue el de no amarse lo suficiente.

Sollozo tras sollozo el pelinegro dejó soltar todo lo que sentía, dejó escapar los recuerdos y lo que ambos nunca se atrevieron a decir y ahí, a la luz de la noche en el tétrico cementerio prometió a la luna:— Pronto estaré contigo, mi linda estrellita, solo aguarda unos días.

»Te prometo que en la siguiente vida tendremos mil besos sin ningún lamento.

7 besos y un lamento ;; hhj+hjsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora