Capitulo 15

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CAMILA

Un mes más tarde...

—¿Estás bien, querida, no te ves muy bien?

Había estado de pie en el pasillo esperando a que Ally bajara por las escaleras para ir a casa Dinah y Mani, y fruncí el ceño cuando ella apareció en lo alto de las escaleras viéndose débil y frágil.

Ally  sacudió su mano delante de su cara.

—Camila, estoy bien, sólo estoy cansada —dijo, pero mis ojos se estrecharon con preocupación.

En los últimos días había estado muy callada y cansada. Yo estaba preocupada, y por cierto Troy no la dejaría sola, mimándola las veinticuatro horas del día, por lo que sabía que él lo estaba también.

—¿Lista para irnos? —preguntó ella.
Asentí, sin querer mostrar mis preocupaciones. A Ally no le gustaba que la mimaran o se compadecieran de ella.

Cassie y Jimmy Don habían llegado desde Texas de visita y estaban quedándose en casa de los Jauregui.
En casa de los Jauregui... incluyendo a mi Jauregui. Mi oscura y torturada Lauren Jauregui. La mujer por la que había perdido la cabeza.

Esta noche, Normani estaba haciéndoles a su mejor amiga y su marido, Cassie y Jimmy Don, una pequeña fiesta para darles la bienvenida a Seattle. Por supuesto que iba, ellos eran unos de mis mejores amigos después de todo, pero después de no ver a Lauren en casi dos días debido a compromisos laborales, no podía esperar para ir a verla... para robar esperanzadoramente un momento para abrazarla... estar sólo en las cercanías.

Después de semanas de estar casi todas las noches en su cama, era adicta.

Más que eso, estaba cautivada, obsesionada y completamente enamorada.

Se estaba convirtiendo rápidamente en mi todo, mi sol, mis estrellas, mi luna, mi todo. Aunque pensaba que ella sentía lo mismo por mí, nunca estaba completamente convencida. Lauren Jauregui era una fortaleza, un enigma. Su actitud fría decía que ella era de una manera, pero conmigo, en la cama, cuando acariciaba mi cabello o me abrazaba después de hacer el amor en el refugio de sus brazos, sentía más en ella. Aunque no se abría mucho, nunca había hablado nuevamente de su pasado, mantenía sus sentimientos enterrados, sabía que la hacía feliz, y en una ocasión, tuve la oportunidad de hacerla sonreír...

No había nada más hermoso que una sonriente Lauren Jauregui.

Anhelaba que se abriera a mí. Podía ver que estaba atormentada. Apenas dormía. Trabajaba todas las horas que podía en sus desgarradoras esculturas, como si purgara su pasado. Sabía que si compartía sus demonios conmigo, tal vez podría comenzar a sanar, pero por ahora, estaba contenta con sólo tenerla en mi vida. Sabía, que para muchos, la idea de estar en compañía de esta mujer sería una pesadilla viviente. Pero, para mí, estar en sus brazos era el más dulce de los sueños... mi más sincero deseo hecho realidad... mi rayo de luz.

—Estoy lista, cariño —le dije a Ally.
Traté de no mostrar mi creciente excitación ante el hecho de ver a mi mujer en cuestión de minutos, mientras caminábamos hacia mi auto de alquiler bajo el cielo lluvioso de Seattle.

Caminando lentamente junto a Ally, nos metimos en el coche y mi corazón empezó a palpitar mientras me imaginaba su dura mirada penetrando la mía. Sólo nosotras dos conscientes de nuestra relación prohibida. Esto hacia que todo lo que compartíamos fuese mucho más intenso, como sabíamos cada momento que pasábamos besándonos, discutiendo arte y unidas porque así era únicamente para nosotras.

—Te ves hermosa esta noche —dijo Ally, apoyando su cabeza contra el reposacabezas de cuero, pasando su mano suavemente sobre su creciente barriga.

Sweet hope; Camren GiPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora