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No tengo nada de ropa aquí. Se me había olvidado coger ropa de mi habitación joder, ahora tendría que pasar un momento súper vergonzoso delante de alguien que no conozco. A veces me dan ganas de estrangularme a mí misma.

Me seco el pelo lo más rápido posible y voy hacia mi habitación con el albornoz cogido por todos lados para asegurarme que no se me vea nada.

Abro la puerta y me encuentro a Tomás en el mismo sitio en el que lo dejé, pero sin camiseta. Mi habitación estaba lo suficiente lejos de la de mi hermana para que no me escuchara así que ignoré el hecho de que estaba medio desnudo y le dije.-Necesito que te pongas de espaldas por favor, se me ha olvidado la ropa y tenía que.-Antes de que pudiera terminar la frase, él se da la media vuelta y dice-No hace falta que te sientas incómoda conmigo.

No entiendo muy bien a lo que se refería pero como veo que no tenía ninguna intención de mirarme, abro el armario y empiezo a vestirme. Respecto a Tomás, sabía que no lo conocía de nada, pero me transmitía un buen sentimiento.

Me pongo el pijama y me doy cuenta de que Tomás seguía sangrando. Me había olvidado completamente de que estaba herido. Se había quitado la camiseta para usarla de vendaje. No pareciera que tuviera la intención de pedirme nada.

-Oye...-Le digo sentándome al lado suya en el suelo, al lado de mi cama. Él estaba apretándose la camiseta en la pierna intentando que dejara de sangrar, pero parecía que no lo estaba logrando. Parecía que le dolía bastante por las muecas que estaba haciendo. Cuando termina de hacer el nudo me mira directamente a los ojos y dice-Dime.-Mientras usaba el lateral de mi cama para apoyar su espalda. Su torso desnudo estaba verdaderamente trabajado, los músculos parecían bastante duros ahora que los podía ver, y su piel no tenía ninguna imperfección, lo único que sobraba en ese cuerpo era la sangre seca qe tenía en las manos y pierna de haber estado intentando curársela.

-¿Quieres ducharte?-Le digo no muy convencida de que sea buena idea. Él frunce el ceño y parece que se lo está pensando.

-¿Eso sería un problema para ti?- Dice mirándose las manos y luego mirándome a mi.

-Tenemos un baño cada una, tranquilo no creo que pase nada.

-Enserio, muchas gracias.-Dice tranquilamente quitándose la camiseta arrugada y manchada de la pierna y la tira a la basura.

-Ven conmigo anda- Le digo levantándome y prestándole una mano para ayudarle a levantarse.

Él no dice nada, creo que aún no confía mucho en mi, cosa que es normal, pero fue él el que me pidió pasar la noche aquí.

Cuando llegamos al baño, pienso en que no tengo mucha ropa que pueda dejarle así que le digo para romper un poco la tensión-¿Sería un problema muy grave tener que repetir calzoncillos? Es que como comprenderás yo no tengo.

Tomás se ríe tímidamente y noto como sus mejillas se tornan un poco rojas y mientras me mira me dice- Tranquila, tengo uno más en la mochila. Sabía que esto iba a pasar antes o después.

-¿El qué exactamente?¿El hecho de tener que ducharte en casa de una desconocida y tener que cambiarte de gallumbos?- Digo cómica riéndome de la situación.

-Nono-Dice seguido de una carcajada, tenía la voz muy rota, como los típicos cantantes de trap español.- Sabía que tendría que llevarme lo esencial porque me podrían abandonar de un día para otro, solo eso.

-Bueno pues empieza a ducharte que voy a traerte la ropa y eso, las toallas las tienes en el primer cajón junto al secador, si necesitas algo dímelo que para algo te he traído a casa, no para que la única camiseta que tienes la malgastes en intentar "curarte"-Le digo haciendo comillas con los dedos en la última palabra.

LOCKEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora