★ Brawl Stars: Orígenes ★ (TEMPORADA 1) ★

Capítulo 7: No Hay Tiempo Para Explicar

Allí estaba Crow, caminando por el desierto, rumbo al pequeño pueblo donde espiaría a todos para llevar a cabo, junto a su pandilla, la deseada venganza. Era de noche, no hacía mucho frío, pero había un poco de viento, estaba todo muy silencioso y repleto de cactus. Hace unos metros, al cuervo le pareció ver moverse una de esas plantas, ya venía teniendo la misma alucinación hace tiempo, por lo tanto pensó en que efectivamente estaba alucinando, tal vez por falta de sueño, pero... ¿y si en realidad no era una alucinación? eso le comía la cabeza, le daba un poco de miedo pensar que, tal vez, solo tal vez, un cactus de verdad lo estaba espiando, como él mismo haría con todos los pueblerinos. Cuando llegó a su destino, no había nadie, cerca de él estaba el bar de Barley, y no muy lejos de este, se encontraba la casa de los Junker, también se podía ver desde allí el pequeño cementerio de Mortis, aunque este se estaba más a lo lejos. Crow empezó a buscar algún lugar en el que pueda pasar desapercibido, en eso, vio la mina de Dynamike, era un lugar perfecto, si el minero no se percataba de que él estaba ahí, todo saldría bien, pero si este, efectivamente, se daba cuenta, podría encargarse del anciano fácilmente, así que se puso en marcha hacia la mina, la cual tampoco quedaba muy lejos del bar, todos los lugares quedaban cerca entre sí, excepto el cementerio, el cual estaba un poco más alejado.

Pasaron las horas y ya había amanecido en el querido pueblo, Poco y Barley seguían charlando en el bar, cada vez se llevaban mejor, a Barley le fascinaban las canciones y la personalidad bondadosa de Poco, mientras que al esqueleto le gustaba que su amigo lo escuche y lo apoye, además, admiraba mucho el talento que el barman tenía al preparar bebidas, ¡habían algunas que hasta derretían el suelo! y eso a Poco le impresionaba.
Hubo un momento en el que se quedaron en silencio, sin un tema de conversación, charlaron tanto que ya no tenían de que hablar, en eso, el mariachi sacó un tema... cuanto menos interesante.

Poco: Oye, entonces... eres un robot, ¿cierto? -Le dijo curioso a su compañero, aunque ya se imaginaba la respuesta.

Barley: ¡De pies a cabeza, así es! -Levantó el brazo apuntando con su dedo hacia arriba.

Poco: Entonces, ¿Quién... quién te creó? -Le preguntó un poco avergonzado.

Barley: ¡Oh ho ho! -Echó una risa. Creo que aún no te presente a mi creadora, o debería decir, mis creadoras.

Poco: Así que tienes un creador, ¡genial! ¿Viven aquí? -Preguntó.

Barley: ¿Qué crees? Viven en aquella casa enorme que queda cerca, puedo presentártelas si quieres -El barman se veía muy contento al hablar sobre quienes lo crearon, parecía admirarlas.

Poco: Barley, son las siete de la mañana, ¿no crees que estarán durmiendo? Aún es temprano.

Barley: -Se rió levemente. ¡Ellas nunca duermen! Además, siempre les gusta que las visite, no te preocupes, no se van a enojar, ¡vamos!

Poco: Bien, te sigo entonces.

Ambos salieron del bar y fueron caminando a la casa de los Junker, cuando llegaron al portón de hierro de la casa, pasó lo mismo que con Shelly, las cámaras de seguridad apuntaron a Poco como si fuera una amenaza, pero por suerte, el robot pudo calmarlas, luego entraron al jardín de la casa y tocaron la puerta, esta vez, Pam les abrió, ella estaba un poco despeinada y llevaba una especie de pijama.

Barley: ¡Hola! -Dijo muy alegre, estaba emocionado, no podía esperar a que su mejor amigo conozca a sus otros amigos.

Pam: Hola, Barley -Se veía muy cansada, parecía como si recién acabara de despertarse.

Barley: Disculpa si te molesto, solo quería presentarte a mi mejor amigo. -Cuando Poco escuchó esto, se sintió muy bien, saber que el robot lo consideraba como su mejor amigo era como una caricia al alma.