la guardia del león: UPENDI

1 cena familiar.

Narrador

- ¿donde estará? - decía simba mientras se daba cuenta que su hijo no se encontraba en el arroyo. - ¿últimamente llega más tarde de lo normal? - comentó con la ceja arqueada.

- ¿y eso te sorprende? - dijo nala apareciendo detrás de simba para luego quedar junto a él - sin duda esta jugando por ahí con "alguien" - dijo nala con una sonrisa un poco pícara, pero conocía al joven león lo suficiente.

Simba la miró pensativo hasta que entendió. - tienes razón. - dijo para sonreírle a nala y seguir buscando con la mirada a joven. - en ese caso, ¿a donde podrá haberlo llevado fulo? -

Esa era una buena pregunta para empezar la búsqueda.

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- ¡y otra vez gané! - gritó emocionda fuli, aunque no tanto, ya que estaba muy segura que ganaría.

Miraba como un agotado león apenas podía mover sus patas para llegar hasta ella. Kion había corrido más de lo acostumbrado. Estaba tan agotado que sus pulmones necesitaban más aire de la que podía tomar.

Al estar a poco metros de fuli se desplomó sin ocultar lo agotado que estaba llegando a preocupar a fuli.

La chita pensó que quizás esa vez sí sobrepasó exageradamente los límites de kion.

- ¿estas bien? - preguntó siendo ella la que se acercaba al felino.

- claro, que, si. - decía entre cortado el león recuperando el aliento para ponerse de pie con mejor cara que antes. - soy el felino más fuerte de estas praderas. - comentó.

Él le sonrió tan confiado como siempre. Aunque nunca sería tan veloz como un chita, disfrutaba correr con fuli. Hacerla feliz lo hacía feliz a él.

No le importaba tener que quedarse sin aliento unas cuantas veces.

Fuli al verlo ser tan amable y complaciente le sonrió con ternura y un poco de agradecimiento.