4. celosa?

1K 65 47
                                    

Narrador.

- no era lo que parecía ¡en serio! - dijo fuli caminando junto a kion.

Ambos decidieron aprovechar de hablar, ya que el día estaba por terminar y bunga decidió ir a conseguir gusanos.

- te creo... - le respondió el joven. No era por que ella lo dijo, sino porque la conocía lo suficiente como para saber que jamás tomaría un baño de lodo por placer. - nunca harías algo así con tiifu y zuri. -

- de verdad que me conoces bien. - dijo la chita mientras ambos tomaban asiento. - sin duda me veía ridícula. -

Kion

- no tienes idea de lo sorprendido que estaba cuando te vi con ellas. - yo no pude evitar soltar unas carcajadas. Por suerte ella dejó su semblante de vergüenza y comenzó a reirse junto a mí al recordar que en serio se veía ridícula.

Luego de dejar de reír y que todo volviera a estar bien entre nosotros dije - ¿por qué hiciste eso? - pregunté mirándola esperando a que quisiera contarme.

Ella esperó unos segundos y dijo - ¿kion, qué piensas de las leonas de la manada? -

Esa pregunta en serio me extrañó por completo. Ni siquiera logré entender por que venía al caso.

 Ni siquiera logré entender por que venía al caso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


- ¿por qué lo preguntas? -

ella solo dirigió su mirada al piso mientras encorvaba sus orejas un poco. Parecía ocultarme algo que no quería ocultar.

Una idea vino a mi cabeza. Estaba sorprendido al creer haber descubierto lo que estaba sucediendo.

- acaso... estas celosa? - pregunté

Ella simplemente se sorprendió y dijo - ¡claro que no! - me miró un poco enojada pero sin duda era para esconder su vergüenza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Ella simplemente se sorprendió y dijo - ¡claro que no! - me miró un poco enojada pero sin duda era para esconder su vergüenza.

- si, si lo estas. - le aseguré acercándome a su rostro y mirándola con autoridad, ya que sin duda alguna descubrí su secreto.

Ella apretó sus dientes con fuerza debido a eso.

Yo solo le di una dulce lamida en su hocico y en seguida su cara de enojo cambió a sorpresa.

la guardia del león: UPENDIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora