3

4.2K 403 194
                                    

La sensación de que se estaban acercando cada vez más a lo prohibido era emocionante, sin embargo, ninguno tenía el control de sus acciones ya que estaban envueltos en la euforia del momento, no en lo que ocurriría después. La pelirroja apretaba con sus manos el cabello del chico sin separar ni por un instante su boca de la de él. Poco a poco pasó su delicada mano por el cuello haciendo que activara todos sus sentidos, éste, por su parte, subía con lentitud su mano derecha por su pierna hasta que llegó al punto en que no sintió medias, sino piel.

-No -escuchó decir Gilbert luego de varios segundos dándose besos novatos, Anne estaba avergonzada de lo que había hecho, por lo que retiró su cuerpo de el chico para sentarse en el extremo de la cama, puso ambas manos en su cabeza y recogió su cabello suelto en una coleta-. Esto no tuvo que haber pasado, ¡está mal!

Gilbert, al ver lo rojo que estaba el rostro de su mejor amiga, se levantó y acomodó una silla frente a ella.

-No está mal.

-Somos muy jóvenes para lo que tenías en mente hacer.

-¿Yo? -preguntó con molestia en su voz- Te recuerdo que fuiste tú quien me empujó a la cama y se acostó encima mío, no te hagas la santa. Tampoco tiene nada de malo hacer... eso. Me gustas, yo te gusto ¿que está mal?

-¡Que no se puede! -mordió la uña de su dedo pulgar deseando poder viajar en el tiempo para evitar que eso hubiese ocurrido. Sabía que la relación entre ambos no volvería a ser igual, sería más incómoda, quizá menos interesante.

-Dime al menos que te gusto.

Ella pasó una mano por su rostro con desesperación.

-Sí, me gustas, Gilbert Blythe

-¿Entonces?

-Eres mi mejor amigo.

Él asintió repetidas veces frunciendo los labios.

-Entiendo que quieres decir. También me vas a rechazar, como el resto ¿no es así?

Anne volvió a morderse el pulgar, puso una mano en su frente y bajó la vista, percatandose que ambos estaban descalzos.

-Debo irme a casa -dijo Gilbert finalmente apretando sus labios.

-No -ella señaló la ventana-, está lloviendo muy fuerte, no quiero que te de un resfriado.

-¿Crees que en estos momentos me importa lo que tú piensas?

-Por favor, no seas dramático, Manzanita -era el apodo que ella le tenía desde muy pequeños-. Piensa en que tal vez solo soy uno de tus enamoramientos cortos, puede que pase en un mes, tal vez en menos.

-Sí -metió las manos en sus bolsillos-, puede ser. Pero ¿que sería yo para ti? Nunca te había gustado alguien ¿Por qué de repente yo?

Las gotas empezaron a caer con más fuerza, Anne se volvió a sentar, miró al frente y supo que de verdad estaba enamorada de su mejor amigo.

-Quédate -le dijo-. Es mi miedo a perderte el que no deja que esté junto a ti.

-¿A que te refieres?

-Que si Marilla, Matthew, tus padres y el resto de Avonlea llegasen a enterarse nuestra relación cambiaría, no permitirían que estuviésemos solos o que te quedes a dormir como lo has hecho tantas veces.

-¿Me quieres decir que...?

-Que debe ser un secreto.

-Entiendo a que te refieres -suspiró-, ¿hasta cuando?

-Hasta que estemos listos para decirlo.

-Tenemos diecisiete años -susurró Gilbert. Ella le dijo que no se preocupase, porque el tiempo pasaba volando, le dio un beso y ambos volvieron a recostarse en la cama mirando al techo tomando sus manos. Sonreían para sus adentros dándose cuenta que solo era la preparación para el inicio de su historia.

---------------------------------
Dos días seguidos. Milagroso.
Son unos pervertidos queriendo cada vez más que la verdadera acción comience, ¡diablos lectores!
~Cassie.
Amor y luz🌚

「𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 & 𝐬𝐭𝐚𝐫𝐬 ; 𝐀𝐧𝐧𝐞 × 𝐆𝐢𝐥𝐛𝐞𝐫𝐭」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora